Tengo la sensación de que el porcentaje de personas que no ha escuchado nunca a los Beatles debe ser inferior al 0,0001%.
Los, por desgracia, sordos de nacimiento y las pocas tribus no contactadas que puedan quedar deben ser los únicos que no se hayan enfrentado alguna vez a esta maravillosa banda que sigue haciendo historia aún en 2023, con su precioso y emotivo Now And Then, que ha llegado al número 1 en Reino Unido sólo nueve días después de haber sido lanzado (¿cuándo se lanzó? el día dos de noviembre de 2023).
En este post me quiero centrar en la etapa más compleja de la banda, aquella en la que deciden dejar de dar conciertos para adentrarse durante infinitas horas en los estudios de EMI (sí, donde la famosa foto del paso de cebra: pasarían a llamarse Abbey Road tras la disolución de la banda, en honor a ellos) y componer algunos de los álbumes más importantes, atrevidos y espléndidos de la historia de la humanidad.
Y lo escribo porque durante años a mí mismo me apabulló abrir esta puerta. Voy a hacer un breve repaso a la segunda etapa de The Beatles que, bajo mi punto de vista, es la más interesante, con la esperanza de que sea de utilidad para alguno de vosotros. Y aunque siempre he sido un enamorado de la psicodelia norteamericana, con esas bandazas como son la Jefferson Airplane o los Grateful Dead… me rindo a la evidencia: lo que hicieron estos cuatro muchachos está a años luz de cualquier cosa.
Y lo más cachondo y lo que más me vuela la cabeza: sigue estándolo.
Directo a...
Algunos números
Para entender la importancia histórica de la banda bastan algunos datos:
- Años en activo: de 1960 hasta 1970;
- Álbumes editados: desde 1962, trece discos de estudio (singles y discos en directo aparte…);
- Canciones grabadas: 211 (sólo 25 versiones) en los discos oficiales, más las recogidas en diversos álbumes en vivo;
- Número de discos vendidos: +600 millones de álbumes (cerca de un millón lo vendieron… ¡en 2020!).
Si alguno de vosotros ha tenido una banda, o algún amigo que esté en ella, sabrá lo laborioso que es componer y grabar. Lo habitual es un disco por año (y eso es ya un gran ritmo de trabajo).
Ahora pensemos que estos cuatro muchachos (cuando la banda se separó ninguno de ellos tenía aún 30 años, siendo George Harrison y Paul McCartney los más jóvenes, con sólo 27 años) grabaron trece álbumes en sólo ocho años. Trece discos que están repletos de números uno, de canciones tremendamente potentes y pegadizas, pero también de avances tecnológicos impensables en aquel entonces, de distorsionadas guitarras eléctricas, instrumentos hindúes u orquestas completas de música clásica…
Antes de meternos en materia: si, como a mí me ocurría, te da cierto vértigo enfrentarte a estos álbumes uno a uno, siempre puedes empezar con el maravilloso recopilatorio «The Beatles 1967-1970».
Revolver (1966)
Siendo precisos, no habían abandonado todavía los escenarios: este álbum se lanzó el 5 de agosto de 1966 y su penúltimo concierto -el último sería el archifamoso concierto de la azotea- tendría lugar el 29 de agosto de 1966, en San Francisco.
Y aunque en el Rubber Soul de 1965 ya habían dado tímidas muestras de su electrificación y sus ansias de experimentar, aquí dan rienda suelta a su intención de utilizar el estudio como si de un instrumento más se tratara.
Personalmente quizá es al que más cariño le tenga después de que comprase en Beijing (en un ya lejano 2005) la copia en cd que veis más arriba: desde el primer momento se convertiría en una de las joyitas de mi colección.
También lo considero como uno de los más accesibles para empezar a escuchar esta segunda etapa de The Beatles. Vas a encontrar canciones guitarreras, como Taxman o And Your Bird Can Sing, pero te vas a enfrentar a sus primeros sonidos más arriesgados e instrumentaciones menos clásicas, como Love You To o Eleanor Rigby (nunca olvidaré cuántas veces le pude poner a mi sobrina, que contaba sólo unos meses por aquel entonces, el fragmento de esta canción que aparece en The Yellow Submarine).
Cuento algunos detalles sobre el disco, que será el esquema que sigan el resto de discos aquí comentados:
- El solo de guitarra en Taxman es de McCartney, y no de George Harrison.
- Dos violines, dos violas y dos violonchelos es toda la instrumentación de Eleanor Rigby. Dirigidos, cómo no, por el magnífico George Martin.
- El diseño de la portada se lo debemos a Klaus Voormann, al cual le pagaron 40 libras por el diseño, aunque él asegura que lo hubiera hecho gratis. Quién no, si tu nombre queda indisolublemente ligado a una de las mejores bandas de la historia. Al año siguiente ganaría un Grammy por diseño a mejor portada. Rompía con las coloridas portadas que se estaban lanzando por aquel entonces. En lo personal, a mí no me parece una portada en absoluto relevante, lo cual me reafirma en mi (estúpida pero muchas veces comprobada) teoría de que, a peor portada, mejor álbum.
Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)
La respuesta británica al Pet Sounds de los Beach Boys que se publicó en mayo de 1966.
Los Beatles venían de meses de hartazgo y desencuentros con la prensa e incluso con autoridades mundiales: desde las malinterpretadas y desafortunadas, pero históricas, declaraciones de John Lennon indicando que eran más populares que Jesucristo (lo cual llevaría a una masiva quema de sus discos en Estados Unidos) a la necesidad de abandonar Manila de forma urgente tras negarse a merendar con los hijos de los dictadores Ferdinand e Imelda Marcos, lo único que parecían tener claro por aquel entonces es que necesitaban parar y reorganizar sus carreras.
Porque lo último que querían aquellos jóvenes era convertirse en una parodia de sí mismos, como le estaba ya pasando a Elvis Presley, que había llegado al punto en el que no era él quien salía de gira, si no su Cadillac:
Para noviembre del ’66 ya estaba decidido que no darían más bolos, que se centrarían únicamente en el estudio. Deciden, sin una idea concreta aún para el nuevo álbum que EMI les exige por contrato, poner el foco en su infancia, y así graban varios temas como Penny Lane (una pequeña calle al sur de Liverpool) o Strawberry Fields Forever (los campos de fresas era el nombre del jardín de un hogar infantil donde un pequeño Lennon jugó durante su niñez).
La presión de la discográfica les obliga a lanzar un single del nuevo material en el que están trabajando, y así salen, casi a trompicones, estas dos últimas canciones como sencillo en el febrero de 1967… un single que, por primera vez en años, no coparía jamás el primer puesto en las listas británicas pero que definiría el devenir de la música de las próximas décadas.
Por política de la banda estas canciones no formarían parte del siguiente álbum, algo que el propio George Martin consideraría el mayor error artístico de su carrera.
Curiosidades del disco:
- El nombre de Sgt. Peppers viene de un juego de palabras por parte de Paul McCartney cuando, en un vuelo de vuelta de Nairobi (ciudad a la cual había llegado desde Sevilla) ve un sobre de «S&P» (salt & pepper, sal y pimienta). Se completaría poco tiempo después con el Lonely Hearts Club Band cuando el concepto del disco se afianza y deciden montar una banda imaginaria para poder dar rienda suelta a su creatividad.
- Concierto de Jimi Hendrix el 4 de junio de 1967, en el Teatro Saville. El Sgt. Pepper’s había salido al mercado tres días antes. ¿Sabéis qué canción eligió Jimi Hendrix para abrir su concierto? Hay vídeo. Sobre esto Paul McCartney diría (porque estaba allí) que sería uno de los mayores cumplidos que recibió en su carrera. Y, evidentemente, dado que los Beatles no estaban tocando en directo, Hendrix fue el primer músico en interpretarla en directo.
- La ambición de la banda para este disco parecía no tener fin. Desde un álbum doble con pegatinas hasta una película relacionada con el álbum: habían pensado que directores de la talla de Visconti o Fellini rodasen una película por cada canción. Parecían intuir que estaban a punto de parir lo que sería una de las obras maestras de la música de todos los tiempos.
- Unos datos redondos al respecto del álbum: 700 horas invertidas en el estudio, a lo largo de 130 días. La producción costó en su momento unas 25.000 libras que, traducido a precios actuales, nos ponemos en la económica cifra de unos 500.000 dólares.
- La portada, qué gran portada de Peter Blake y Jann Haworth. Histórica. Pero lo que no mucha gente conoce es la negativa de EMI a la idea de John Lennon: incluir nada más y nada menos que al propio Adolf Hitler entre todos los personajes que aparecen. También se quedarían fuera Gandhi o Jesucristo (como para meterlo tras la que se había montado poco tiempo antes). Por cierto: ¿esta portada no os recuerda poderosamente a los créditos de apertura del Flying Circus de los, también increíbles y nunca superados, Monty Python?
- Hablando de los Monty Python, y ya sé que no tiene nada que ver con este álbum: ¿sabíais que George Harrison hipotecó su casa para ayudarles en la financiación de su obra maestra La Vida de Brian? También hace un cameo en la peli, sí. Perdonad el off-topic, pero una cosa te lleva a otra y…
Magical Mystery Tour (1967)
Este álbum recibe canciones que originalmente habían sido compuestas para el disco anterior, pero por motivos de espacio en el disco físico, así como del contrato en ciernes que tenían para la realización de una película, quedaron finalmente plasmadas en éste. Imaginad si a la anterior joya le meten también el Strawberry Fields Forever, Penny Lane o All You Need Is Love. Supongo que a día de hoy seguiría aún copando el número 1.
Más datos y curiosidades:
- Si tomamos como epicentro de la actividad de la banda el Reino Unido, lo cual debería ser así ya que ellos eran ingleses, éste no es un álbum en sí mismo, si no que fue lanzado como un doble extended play de 7 pulgadas, aunque sí se lanzó como long play en el resto del mundo.
- Idea original del álbum y película basado en los buses californianos de los Merry Pranksters
- Cara A canciones película, Cara B los singles de 1967
- All You Need is Love se convirtió en la primera retransmisión por satélite del mundo (400 millones de espectadores).
The Beatles (o The White Album, 1968)
The Beatles escribieron muchas canciones durante su visita a Rishikesh: 30 según algunos autores, y «48 canciones en siete semanas» según otros. Lennon afirmó: «Hemos escrito unas treinta nuevas canciones entre nosotros, Paul debe haber hecho una docena, George dice que tiene seis, y yo escribí quince».7
Muchas de las canciones se convirtieron en parte del álbum The Beatles (conocido como «The White Album»), mientras que otros aparecieron en Abbey Road, y en discos en solitarios de los miembros de la banda. Varias de las canciones contenían influencias musicales orientales.
Aquí encontramos a unos Beatles ya fragmentados, y este álbum doble lo demuestra con una pléyade de canciones que no parecen de la misma banda: cada uno de los Beatles aporta, sin rubor alguno, sus composiciones.
Para ilustrar lo comentado, basta con escuchar Ob-La-Di, Ob-La-Da y posteriormente pinchar Helter Skelter, donde parecen haber pasado veinte años de música entre la inocencia de una y la crudeza de la otra.
Tan dura fue esta última canción en su momento que el asesino, neurótico y, por qué no decirlo, hijo de puta de Charles Manson pensaba que la canción se dirigía a él, incitándole a matar porque, según su enferma mente, la canción hablaba de una futura guerra entre negros y blancos en la que él, de alguna forma, debía tomar parte.
Tan importante fue para él y su cuadrilla este título que uno de sus acólitos llegó a escribir en la puerta de una nevera Healter Skelter (sí, sobra una «a») con la sangre de una de las víctimas. Por cierto, y ya dejo de hablar de esta inmundicia ¿sabéis que el colega tiene una nutrida discografía?
Vamos con una serie de datos que considero interesantísimos:
- Los Beatles contaban con infinidad de músicos de sesión en todos sus discos, pero es raro ver en su discografía aportes de otras estrellas del momento: para el solo de While My Guitar Gently Weeps el bueno de George Harrison, quien la había compuesto, decidió invitar a su gran amigo Eric Clapton para que se encargase de las labores de solista, bordando éste uno de los solos más importantes de su carrera, no tanto por el despliegue técnico realizado si no por la canción en la que está incluido… una canción que mucha gente la tiene entre su preferida de toda su discografía. Pocos años después Eric Clapton se casaría con Patty Boyd, la que hasta entonces fue la mujer de Harrison, componiendo en su honor el famoso Layla, pero esa es otra historia…
- ¿De quién es la guitarra clásica que se oye al comienzo de The Continuing Story of Bungalow Bill? Los Beatles eran, no cabe duda alguna, unos musicazos (estoy escribiendo uno de los artículos más largos de la página precisamente por eso) pero, con el corazón en la mano: ninguno era un virtuoso en su instrumento. Y la guitarra que se oye ahí es, creedme, algo que ninguno de los Beatles podía conseguir. Pues bien, la historia es más interesante de lo que parece: unos dicen que era una grabación de Andrés Segovia, otros lo atribuyen a un músico australiano llamado Eric Cook, pero ninguno de estos datos han sido confirmados jamás. Lo que sí sabemos es que no es otra cosa que un sonido sampleado en el Mellotron, un instrumento con sonidos pregrabados que, basta con pulsar una tecla y lanza el sonido que tenga registrado. La idea fue, atentos, del hermanastro de Ringo Starr, y el botón lo pulsó el ingeniero de EMI Chris Thomas, el cual está acreditado como que tocó ese instrumento en esa canción. Interesante ¿verdad?
- La grabación en solitario de Blackbird
- Yer Blues, una de las canciones compuestas en la India: tras grabarla en la tercera semana de agosto, la interpretan pocos meses después en el increíble especial para la BBC que hicieron los Rolling Stones, el Rock And Roll Circus (11 de diciembre de 1968). ¿Los músicos? Agarraos: Mitch Michell (The Jimi Hendrix Experience) a la batería, Eric Clapton (Cream) a la guitarra solista, Keith Richards (The Rolling Stones) al bajo y, claro: John Lennon a la guitarra y voz. Sí, también se esconde Yoko Ono bajo una tela negra… la siguiente canción, con los mismos músicos, es ella dando unos gritos horribles. Nunca he conseguido conectar con ese rollo (tampoco lo he intentado). La banda, creada para tal ocasión, se llamó Dirty Mac, y poco antes de interpretarla, hay una pequeña conversación entre John Lennon y Mick Jagger bromeando. Por si no le quedaba claro a nadie que no había ninguna rivalidad entre los Rolling y los Beatles, aquí tenéis una prueba más. Nunca olvidaré cuando compré este VHS con dieciséis años y ví esta pedazo de canción. Algo irrepetible y único. Como cada poco tiempo el vídeo desaparece por temas de derechos, simplemente pinchad en esta búsqueda de google.
- Revolution 9: una de las cosas que más me sorprende de esta banda es que, aún habiendo pasado más de medio siglo, siguen teniendo canciones que pueden resultar incomprendidas a muchas personas por lo atrevido y estrambótico de sus sonidos. Y éste es quizá el mejor ejemplo de ello: más de ocho minutos de voces que cambian de canal, pistas reproducidas al revés, loops (aún faltaba mucho para que eso se inventara, y ellos ya lo hacían cortando directamente trozos de cinta y pegándolos posteriormente, para reproducirlos en bucle)… quizá más que una canción, podríamos considerarla una grandísima experimentación. Experimentación que abriría las puertas a músicos de generaciones posteriores para ampliar sus fronteras. Para poner esto en contexto, pensad que sólo cuatro años antes grababan And I Love Her.
Yellow Submarine (1969)
La cuarta de sus películas tras A Hard’s Day Night (1964), Help! (1965) y Magical Mistery Tour (1967). Estaban ya hartos de los rodajes, así que delegaron toda responsabilidad en una película de animación (bastante lisérgica), con dirección a cargo de George Dunning, y un breve cameo de ellos al final del metraje.
Ciertamente éste sí es un trabajo menor de la banda, ya que sólo aporta cuatro canciones nuevas al repertorio de originales. La cara B son piezas de instrumentación clásica grabadas por George Martin, que aparecerían en la película.
Pero hay datos curiosos, cómo no:
- La idea original de realizar una película de animación proviene de Al Brodax, productor estadounidense que estaba ya por aquel entonces dirigiendo una serie de animación para los más pequeños. Y a pesar de que los Beatles odiaban esa serie, vieron la forma de zafarse de horas y horas de arduo trabajo rodando una película.
- La voz principal de Yellow Submarine es de Ringo Starr. Y es que el batería tenía una fiel legión de fans que adoraban que su Beatle favorito no sólo tocara la batería. Así, tenemos un total de once canciones repartidas en toda su discografía en las que se encarga de la voz principal, habiendo sólo tres discos en los que no realiza dicha tarea: A Hard Day’s Night, Magical Mystery Tour y Let It Be.
- Yellow Submarine aparece por primera vez en Revolver (1966) pero, dado que se había elegido este tema como hilo argumental de la película, se incluyó (evidentemente) en este nuevo disco.
- El disco aparece seis meses después que la película. Parece que era tal el descontento de la banda que, cada vez que desechaban alguna canción, bromeaban con enviarla a la banda sonora. Aún así, este disco contiene la imprescindible All You Need Is Love.
- Desde 1999, el 30 de agosto es el Día Oficial del Submarino Amarillo… ¿dónde? Dónde va a ser: en Liverpool, que hasta tiene un gran Submarino Amarillo en las afueras de su aeropuerto.
Abbey Road (1969)
El que, sin saberlo con certeza pero intuyéndolo todos, sería el álbum de despedida de la banda. Estas son algunas palabras de George Martin al respecto de este disco:
Nadie sabía con certeza que iba a ser el último álbum, pero todo el mundo lo intuía […] Habían estado encarcelados unos con otros durante casi una década, y me sorprendió que hubieran durado tanto como lo hicieron. No me sorprendió en absoluto que se separaran porque todos querían llevar sus propias vidas, y yo también. Para mí también fue una liberación.
George Martin en Anthology
- Único disco de la banda grabado con un ocho pistas: cuesta creerlo en esta era en la que, virtualmente, tenemos infinidad de pistas para grabar cualquier cosa (para los no iniciados, una pista es un espacio, digamos, físico, dedicado a un solo instrumento, como pueda ser una voz, una guitarra, etcétera). ¿Qué hacían entonces los Beatles para conseguir esos sonidos tan locos y tan cargados de instrumentos con sólo un cuatro pistas? Bien, esto es muy interesante. Digamos que cogían y grababan la batería y el bajo en sus respectivas pistas, más una voz y una acústica. Aquí ya hemos copado las cuatro pistas ¿correcto? Pues para hacer espacio en otra pista que necesitasen para poder grabar un piano, por ejemplo, hacían lo siguiente: cogían dos pistas (bajo y batería, pongamos) y la volcaban a una sola, dejando libre aquella que necesitaban para ese siguiente instrumento. ¿Problema de esto? Que no había opción a corregir ni a regrabar nada una vez habían fusionado esas pistas. Ahora coged cualquier canción del Sgt. Peppers, por ejemplo, y escuchad cuántos instrumentos suenan en una misma canción, teniendo en cuenta cómo conseguían hacer espacio en esas arcaicas mesas de mezcla.
- El sintetizador Moog: a George Harrison le debemos la inclusión de los sonidos indios en la música de los Beatles (lo que años después llamaríamos world music) pero, también, la inclusión de un instrumento nuevo que había visto durante unas sesiones como productor de Jackie Lomax en Estados Unidos: el sintetizador Moog. Así que gracias al joven de los Beatles, tenemos la temprana aparición de este increíble instrumento en nada menos que en cuatro canciones del álbum. Lo podemos oír en Maxwell’s Silver Hammer, I Want You (She’s So Heavy), Here Comes The Sun y Because.
- La única canción de toda su discografía en la que hay un solo de cada uno es The End, donde casi tuvieron que obligar al pobre de Ringo Starr a aporrear su instrumento.
- Seguimos con las innovaciones: Her Majesty es considerado unánimemente la primera pista oculta en un disco, ya que empieza cerca de veinte segundos después de que acabe la anteriormente citada The End. Y si os vais a Spotify o cualquier otra plataforma podréis comprobarlo por vosotros mismos.
- El paso de cebra es uno de los lugares más visitados de toda Inglaterra. ¿Cómo de importante debe ser tu banda para convertir una foto bastante insignificante (porque sí, son los Beatles, pero tampoco alabemos todas y cada una de las cosas que hicieron… la foto es un mojón) en una de las portadas más reconocibles de la historia y, casi sesenta años después, seguir congregando a cientos de personas diariamente para reproducir tus pasos? Sólo este detalle explica claramente la influencia e importancia de los Beatles.
Let It Be (1970)
El último de sus álbumes publicado (que no grabado) iba a llamarse originalmente Get Back. Se lanzó a principios de mayo de 1970, pocos días después del abandono de Paul McCartney y la consiguiente disolución de la banda. El increíble documental de Peter Jackson recoge las sesiones de composición y grabación de este álbum, considerado por algunos como una obra que no estaba a la altura de los discos anteriores. Una obra menor que contiene Across The Universe, Let It Be o Get Back. Cualquier banda mataría por cualquiera de estos títulos en su carrera.
Ya entonces el documental publicado (porque lo que ha hecho Peter Jackson es remozarlo y ampliarlo) ganó un Oscar en 1970 a mejor banda sonora.
Para entender mejor este disco hay que tener en cuenta algunos datos:
- No fue el último material grabado por ellos, a pesar de ser el último en ser lanzado. Lo último que realmente grabarían fue el álbum Abbey Road.
- Dicho lo anterior, siendo técnica y cronológicamente precisos, lo ultimísimo en lo que trabajaron (con la excepción de John Lennon, que se encontraba de viaje) fue en los arreglos de I Me Mine, en abril de 1970, que sí se encuentra en este álbum. Sí, todo un lío.
- Fue concebido como un álbum para ser interpretado en directo: entendiendo esto el disco se escucha con otros oídos: abandonan los corta-pega que hacen en otros álbumes (las canciones pueden y son interpretadas por los músicos), incorporan la valiosa presencia del único músico al que se puede llamar El Quinto Beatle: Billy Preston (vale, también recibieron ese apodo Brian Epstein o George Martin, lo sé… pero Billy Preston es un músico en el sentido estricto del término durante las sesiones del álbum).
- El Concierto de la Azotea: para la interpretación del disco se barajó desde tocar en un barco que surcase el Támesis hasta tocar con el increíble telón de fondo del anfiteatro romano de Palmira (Siria), desembocando finalmente en algo mucho más cercano: uno de los conciertos más famosos de la historia: el concierto realizado en la azotea de las oficinas de Apple Corp, el 30 de enero de 1969. 40 minutos realizados ante la atónita mirada de los transeúntes, con opiniones que varían desde aquella entrañable señora mayor que dice que le han gustado siempre los Beatles, hasta el rancio joven que los desdeña. Se trata del último concierto que, sin saberlo, darían.
- Phil Spector: la producción final del disco corrió a cargo del estrambótico Phil Spector, famoso por su Muro de Sonido o por haber lanzado la carrera de The Ronettes y su Be My Baby. Si por algo se puede reconocer las producciones de Phil Spector es por lo barroco del sonido, donde no dudaba en meter ruidos de cadenas, coros por doquier o instrumentos de cuerda, con la clara idea de sobrecargar el sonido hasta los límites. Un último apunte al respecto del colega: fue él quien decidió que la soulera Don’t Let Me Down no tenía cabida en el disco. Ideas de bombero.
- Una producción, la de este álbum, de la que Paul McCartney renegó siempre, hasta el punto de editar su propia visión del álbum en 2003. Para haceros una clara idea de esto podéis escuchar The Long and Winding Road en su versión original de 1970 y la de 2003. ¿Con cuál os quedáis?
Con este repaso de datos y curiosidades me despido. Sé que me dejo una pléyade de datos interesantísimos, de técnicas de grabación inauditas, de historias truculentas. Espero que os sirva para abrir la puerta a uno de los universos más maravillosos que existen en la música del pasado siglo.
Bibliografía
Éstas han sido las principales fuentes de donde he sacado la información que habéis podido leer en este post:
- Strawberry Fields Beatles Podcast (José Ángel Martín)
- The Beatles Bible (página web)
- Radio-Beatle (canal de Youtube)
2 comentarios
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