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Una semana en Isla de Sal, Cabo Verde
Sin lugar a dudas, Cabo Verde es uno de los países más jóvenes que conozco. Sólo hace unos cuarenta y tres años que se independizó de Portugal, tras la Revolución de los Claveles de nuestro país vecino.
En esta entrada de la página vais a encontrar un pequeño resumen sobre qué hacer en una semana en Isla de Sal, Cabo Verde: cómo llegar, qué visitar por la zona y qué sensaciones me quedan tras unos años de este viaje. Y nada mejor que este vídeo que realicé para que tengáis una panorámica de nuestro viaje:
Seguridad en Isla de Sal
Vamos a empezar por, quizá, uno de los puntos que pueda generar mayor preocupación entre todos aquellos que se deciden a viajar a este bonito país. No os preocupéis. Es un país seguro.
Nuestro hotel, el Dunas de Sal, se encontraba un pelín más alejado del centro que otros. Nada preocupante, unos veinte minutos hasta el muelle en un paseo tranquilo. Eso quiere decir que, tanto a la ida por la mañana, como a la vuelta por la noche, lo hacíamos pateando. Y no tuvimos ningún tipo de problema.
También nos movimos por la zona trasera de Santa María, la ciudad que muy posiblemente elijáis debido a su gran oferta hotelera. De nuevo, ningún problema.
También condujimos por la isla, a lo largo y ancho, y no tuvimos ningún inconveniente. Por último, ningún problema.
Quiero decir con esto que vayáis tranquilos, con las precauciones que tomaríais en cualquier parte.
Le dedico tanto a este tema porque el otro día, viendo un Viajeros por El Mundo, el gerente de una hotelera española decía algo así como que, de puertas para adentro eso era Europa, y de puertas para fuera, el África profunda.
Y hombre… descontando Marruecos, no he estado en el África profunda aún, pero dudo mucho que sea como lo que vimos en Cabo Verde (con clara ventaja en cuanto a higiene, urbanismo, etc… Cabo Verde, claro).
Precio del vuelo, la ofertaca del año
Aquí no me voy a extender mucho: nos llegó un ofertón de Rumbo de 386€ por almendra, con una semana de hotel y vuelo directo. Era para salir en ocho días, eso sí. Así que tuvimos la suerte de poder coger unos días rápidamente, y para allá que fuimos.
Esto ocurrió en verano de 2015. Estos últimos años he estado mirando precios para volver, pero ahora es sensiblemente más caro. Creo que pillamos la típica oferta que no te la crees ni tú.
De todas maneras, hagáis lo que hagáis, si decidís ir, por favor, no os alojéis en un todo incluido: no os relacionaréis prácticamente con la maravillosa gente local, no disfrutaréis comiendo a pie de playa en un restaurante local, ni… En fin, me entendéis.
Buceo y/o snorkel en los alrededores de la isla
Tanto si sois experimentados buceadores, como si ésta fuera a ser vuestra primera vez, os animo a realizar una de estas actividades en algunas de las varias empresas que se dedican a ello. Nosotros lo hicimos con la que operaba en el mismo hotel en el que nos hospedábamos, el Dunas de Sal.
Si os apetece realizarlo, esta empresa tiene buenas valoraciones (y a mí personalmente me ayudáis a mantener a flote esta página, siendo totalmente transparente para vosotros)
Recordad realizarlo al menos 48h antes de coger un vuelo, ya que puede haber serios problemas con la comprensión/descomprensión que tiene lugar en las cabinas.
Recomendaciones para zampar
Pues aunque en Santa María la oferta hotelera es grande, la oferta hostelera no es, quizá, tanta. Sí os recomiendo dos que no debéis perderos (y que luego repetiréis). Uno más caro y otro más asequible:
Barracuda: a pie de playa, cerca del famoso muelle. Pedid las cracas, un molusco extremadamente curioso. Son como pequeños cráteres, ya veréis. El precio del plato, por cierto, es de ocho euros. Creo que completamente accesible para la mayoría de bolsillos de turista.
Restaurant D’Angela: este restaurante, regentado por gente local, es más asequible que el anterior y con una calidad también excelente. De facturación quizá menos elaborada, aquí se trata de comer buen pescado.
Salinas de Pedra de Lume
Para info mucho más detallada de la que os voy a proporcionar yo, visitad Salinas de Pedra de Lume.
Es aquí, sí, donde podréis flotar en un pequeño lago donde la concentración de sal es enorme. Así que sentiréis la misma sensación que la famosa del Mar Muerto. Mucho cuidado si tenéis heridas recientes, y con que no se os meta NADA en los ojos, pues es tanta la sal que hay por centímetro cúbico, que se puede llegar a pasar mal.
La foto de arriba pertenece a los restos de las instalaciones de una antigua fábrica que estuvo operativa desde 1796 hasta 1887 (aunque ahora se sigue extrayendo sal, pero de forma muy residual y para fines estéticos mayoritariamente).
Ubicada a escasos 5km’s de la capital de la isla (Espargos, una ciudad de interior con pocos atractivos para el turista) esta empresa se dedicaba a extraer la sal del agua marina que quedó atrapada en el cráter de un extinto volcán.
Haciendo un ejercicio mental, no me puedo imaginar cómo debió ser el «nacimiento» de esa isla y la cantidad de agua marina que debió acumularse en ese inmenso cráter. Pensadlo por un momento, es acojonante.
Para llegar a ellas, yo os recomendaría que, al menos durante un día alquiléis un coche, para visitar aquellos puntos más alejados de la isla. No son precios muy elevados y os dará cierta libertad de movimientos.
Si queréis visitar otras islas del archipiélago, os recomiendo que leáis a Quim y Elena, los cuales tuvieron la fortuna de poder visitar otros paisajes de este jovencísimo país que es Cabo Verde.
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