Hace unos años pasamos unos días maravillosos en Cracovia, una ciudad polaca llena de vida y, que por suerte, no fue arrasada por la barbarie nazi que todos conocemos. Os dejo por aquí una lista sobre qué hacer en tres días en Cracovia. Seguro que os es más que útil.
Por qué Cracovia no fue bombardeada
Al igual que ocurrió en su momento con Hoi An, esa pequeña ciudad costera vietnamita, Cracovia fue elegida por las tropas invasoras para asentar su base militar y política en ella, evitando que la destrucción y los intensos bombardeos arrasasen la ciudad. Fue la creación del Gobierno General de Cracovia (en clara alusión al Gobierno General de Varsovia que el Imperio Alemán creó durante la IGM) lo que libró de los bombardeos a la ciudad.
Debido a este hecho la ciudad se conserva intacta, con sus adoquinados en las calles del centro, sus siete sinagogas del barrio judío y, en definitiva, su arquitectura y esplendor de siglos pasados.
Varsovia, como tantas otras ciudades que sufrieron bombardeos de uno y otro bando, está completamente reconstruida tras la IIGM, y todo lo que vemos en ella no es más que una réplica de lo que en su momento había.
Sólo este punto, el hecho de poder disfrutar de la ciudad tal y como lleva siendo durante siglos, creo que es motivo suficiente para decantarse por ella.
Tour(s) gratuito(s)
Quizá en esta ciudad, más que en ninguna otra, es donde más patente y necesario se hace realizar al menos dos tours. Muchas veces con un tour solucionamos la papeleta, pero creedme: invertid un par de horas más de vuestro tiempo y realizad ambos.
El primero de ellos nos dará una panorámica de la rica historia de la milenaria ciudad, mientras que el segundo de ellos se centrará en la sinrazón que sufrió el pueblo judío durante esos oscuros años. Un tour que no es agradable, ya que estarás en los lugares exactos donde miles de personas fueron perseguidas y deportadas por el mero hecho de profesar una religión.
Os dejo los links de afiliado (lo cual significa que me llevo una pequeña comisión si lo reserváis desde aquí) a ambos tours:
Y si debéis elegir sólo uno… el del barrio judío, sin duda.
El casco antiguo
En construcción. No el barrio, esta parte del artículo.
El castillo de Wawel
Emplazado sobre la colina de Wawel, al sur de la ciudad, y muy cercano al río Vístula, se dice que los humanos llevamos rondando la zona desde época paleolítica. Fue la primera residencia de los Reyes de Polonia hasta el traslado de la capital a la actual Varsovia (1596), momento en el que poco a poco fue dejándose a su suerte y sería vandalizado y ocupado por prusianos y austríacos respectivamente.
Durante la IIGM, el gobernador nazi de la Polonia ocupada establecería aquí sus oficinas centrales.
En la actualidad está considerado como uno de los complejos arquitectónicos más valiosos del mundo donde encontraremos no sólo el castillo, si no también la Catedral de Wawel, el Museo Catedralicio o la famosa Cueva del Dragón (cerca de 270 metros de túneles visitables).
La fábrica de Oskar Schindler
Gracias a Steven Spielberg todos conocemos la historia del empresario Oskar Schindler, el cual libró de la muerte a cerca de 1200 judíos, empleándolos en sus fábricas.
Lo que no tanta gente conoce es que dicha fábrica sigue en pie, está en Cracovia, y es ahora un museo imprescindible de la ciudad. El precio de la entrada en 2023/24 es de poco más de 7,30€ y ésta es la web para comprarla.
Kazimierz, el barrio judío
Su nombre proviene de la población que fundó el Rey Casimiro III en 1335. Originalmente diseñado como una población distinta a la propia Cracovia, ubicado en lo que por aquel entonces era una isla al norte de la ciudad (isla que desaparecería con las obras fluviales que sufrió la zona), con el transcurrir de los siglos ha terminado convirtiéndose en un barrio más, separado, eso sí, por el río Vistula.
Ha sido el hogar de la comunidad judía desde hace siglos. Tanto es así que, ya en 1495 la comunidad hebrea sería obligada a trasladarse a esta población por las obras de ampliación de la Universidad Jagellonica.
Aunque tras la IIGM sufrió décadas de abandono, el rodaje por parte de Spielberg de La Lista de Schindler en sus calles supuso una revalorización de la zona, siendo hoy uno de los puntos con más rollo de la ciudad.
Estoy convencido que lo visitaréis, ya sea con el anteriormente comentado free tour o bien por vuestra cuenta.
Minas de Sal de Wieliczka
Si vais cortos de tiempo, ésta sería la visita de la que prescindiría. Se encuentra a pocos kilómetros de Cracovia, en la localidad de Wieliczka, y recibe nada menos que una media de ochocientos mil visitantes anuales.
Se trata de una de las más antiguas del mundo aún en activo (ostentando el título de la más antigua una localizada a sólo 20 kilómetros de ésta) y el recorrido visitable, de aproximadamente unos tres kilómetros, es ciertamente impresionante (sí, a pesar de haberos dicho antes que es la visita más prescindible). La apodada Catedral Subterránea de Sal lleva en activo desde el Siglo XIII y figuras históricas como Nicolás Copérnico o Bill Clinton han visitado las increíbles galerías y las imponentes estatuas talladas en sal.
https://www.civitatis.com/es/cracovia/visita-guiada-fabrica-schindler/?aid=101292
El infame campo de concentración
La visita comprende los dos complejos que conforman este mausoleo dedicado al horror: Auschwitz I, construido inicialmente para albergar a presos políticos y, a pocos kilómetros Auschwitz II – Birkenau, ya construido desde el inicio como campo de exterminio.
Cuento algo más al respecto aquí:
Sobre la visita, tengo sentimientos encontrados. Desde luego que no es una visita en la que vayas a disfrutar ni a regocijarte en sus exposiciones, no es eso lo que uno creo que busque. Sí algo de tiempo para reflexionar, de introspección ante la barbarie que tienes frente a ti: el lugar en el que más gente ha muerto en menor espacio de tiempo.
Sin embargo la masificación turística que sufrimos el día de nuestra visita fue exagerada, sin tiempo tan siquiera para pararte frente a los diversos expositores. El hecho de que debas acceder obligatoriamente con un guía el cual se comunica a través de un pinganillo, de que el guía no pare en las diversas salas y te lleve a pijo sacaó, que pierdas la señal de audio si no le sigues (o que la señal se mezcle con los cientos de receptores de los otros visitantes)… nada de eso ayuda a poder empatizar.
Los bares de leche
Creados durante la época soviética para proveer a la población de platos económicos y nutritivos, algunos de estos humildes restaurantes siguen aún en pie en la ciudad, fieles a su espíritu original: vender comida rica en nutrientes a precios asequibles.
El origen del nombre (que a mí personalmente me recuerda a la escena de La Naranja Mecánica, donde los protagonistas están tomando moloko en un garito) viene de la base de lácteos con la que se preparaban la mayoría de los platos, en una época en la que la carne estaba racionada.
Para localizarlos, basta con buscar en el exterior un cartel que diga Bar mleczny (traducción literal de Bar de Leche). Debéis tener en cuenta que en la mayoría no sirven alcohol y que el menú del día no tiene un precio cerrado, si no que la comida se vende al peso.
Algunos de los más conocidos son los siguientes:
- Bar Mleczny Pod Temida. Grodzka 43. El más céntrico y, por tanto, más frecuentado por los turistas.
- Tradycyjne Polskie Smaki. Świętego Tomasza 5. Lo encontramos a poco más de 300 metros de la Plaza del Mercado.
- Bar Mleczny Górnik. Czysta 1, 31-121. A diez minutos a pie de la Ciudad Vieja.
- Bar Mleczny Filarkami. Starowiślna 29. El único de la lista con la carta en inglés, situado en el Barrio Judío.
- Bar Mleczny Centralny. Osiedle Centrum C 1. El más alejado, en lo que fue el barrio comunista en la época de los años sesenta. Dicen que es el más auténtico… Quizá por eso tenga el horario más restrictivo de todos: sólo abre de lunes a viernes de 07:00h a 19:00h.
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