Creo no equivocarme si digo que, a lo largo de toda la historia de la humanidad, el Campo de Concentración de Auschwitz ha sido el lugar en el cual más gente ha sido asesinada en el menor período de tiempo. Lo visitamos durante nuestro paso por Cracovia y creo que merecía una entrada propia.

Desde su creación en mayo de 1940 hasta su liberación por el Ejército Rojo en enero de 1945, los cálculos son devastadores, horripilantes e inconcebibles: aproximadamente 1,1 millón de personas fueron allí asesinadas, la mayoría de ellos ancianos, niños y mujeres.

Los horrores de Auschwitz

Entre los diferentes grupos sociales que sufrieron este horror encontramos primeramente a judíos, seguidos de polacos, gitanos, prisioneros de guerra, homosexuales, testigos de jehova…

Voy a escribir un artículo absolutamente desagradable (otro jodido fue este sobre los cuarteles de la Gestapo en Colonia), tratando de que tengáis una perspectiva de qué fue aquello y cómo está en la actualidad.

El complejo de Auschwitz

Aunque es habitual referirse a él como un único campo, lo cierto es que este monumento al horror estuvo conformado por tres campos principales (y muchos otros satélites, todos ellos con importantes conexiones con la industria alemana, y a donde se derivaba mano de obra en función de las necesidades de producción).

Los horrores de Auschwitz

La puerta de acceso a Auschwitz Birkenau.

Estos tres campos principales fueron:

  • Auschwitz I: el original, construido en 1940 y donde podemos encontrar el tristemente famoso cartel de «El trabajo os hace libres» (cartel que se podía encontrar también en los campos de Dachau o Sachsenhausen). Los primeros presos (728 presos políticos polacos) llegaron en junio de ese mismo año.
  • Auschwitz II (Birkenau): creado en 1941 para aplicar la Solución Final y ya diseñado únicamente como campo de exterminio, se encuentra a tres kilómetros del original. Se le dotó con cuatro crematorios con sus correspondientes cámaras de gas, y los datos indican que podían ejecutar hasta 2500 prisioneros por turnos. En 1944, en un alarde de eficacia decidieron ampliar las vías del tren para que los convoyes llegasen directos al interior. En noviembre de 1944 los cobardes de los nazis decidieron destruir las cámaras de gas, en un miserable intento de ocultar la barbarie perpetrada allí. Debido a esta destrucción, lo que hoy encontramos dista mucho de lo que debió ser en su época de mayor actividad: un gran espacio abierto, con ruinas desperdigadas y algunos barracones aún intactos.
  • Auschwitz III (Monowitz): se trata del único de los complejos bombardeado por los aliados, en los ramalazos últimos de la guerra. Construido originalmente como un campo de trabajo forzado para la elaboración de caucho sintético en IG Farben, se estima que la empresa invirtió aproximadamente unos 1,400 millones de dólares de la época.

El campo en datos

  • Superficie aproximada: según la fuente consultada, entre 170 y 192 hectáreas. A pesar de lo solemne del artículo, no me puedo resistir a compararlo con lo que ya todos imagináis: los campos de fútbol. En este caso estaríamos hablando de cerca de 400 campos de balompié.
  • Hornos crematorios: se dice que el mayor problema que afrontaron los nazis, durante la aplicación de la Solución Final no era cómo matar a los judíos, si no qué hacer con sus cuerpos posteriormente. Para eso se instalaron hasta 46 de estos hornos en los diferentes complejos (las muertes tenían lugar en las «duchas»)… pero aún así, en el momento de mayor horror, terminaron quemando cadáveres en pequeñas fosas construidas para tal fin.
  • Soldados al cargo: se estima que pudieron trabajar, en sus cinco años de existencia, unos 6500 soldados y cargos intermedios de la SS. De todos ellos sólo 750 fueron juzgados con posterioridad.
  • Número de nacimientos: no se sabe con exactitud, pero sí hay un nombre propio relevante: Stanislawa Leszczynska, la denominada partera de Auschwitz. Desde su internamiento a principios de 1943 hasta la liberación en enero de 1945, se estima que ayudó a traer al mundo a cerca de 3000 niños. Y aunque las órdenes eran claras (tirar al niño con la placenta a la basura), se cuenta de ella que no lo hizo en un solo. De este volumen tan elevado de nacimientos parece ser que el número de niños fallecidos fue de unos 2500. 
  • Número de fallecimientos: aproximadamente un 85% (1,1 millón de pobres desgraciados) de todas las personas que pasaron por allí fueron ejecutadas o murieron de desnutrición, enfermedades o infecciones. 
  • Españoles presos: parece que el número en este campo no sobrepasa los diez presos, la mayoría de ellos muertos. Se pueden consultar los nombres y fechas en este magnífico Portal de la Memoria Democrática de la Generalitat de Cataluña.

Los horrores de Auschwitz

En construcción.

Los horrores de Auschwitz

El barracón 24, un burdel

Algo quizá desconocido para la mayoría, pero no menos espeluznante a pesar de que las mujeres que allí fueron obligadas a prostituirse disfrutaban de mayores privilegios (entre los más importantes, una mejor alimentación y una escapatoria segura de la muerte).

No fue el único burdel en un campo de concentración, pero sí el más numeroso, con más de doscientas mujeres «trabajando». Creados como un sistema de incentivos para los mejores reclusos con el fin de aumentar la producción, la perversa idea fue de nada menos que del propio Heinrich Himmler, quizá la segunda persona más importante en el régimen nazi.

Las mujeres seleccionadas para prostituirse debían cumplir una serie de estrictos requisitos. Los que más impresionan son que debían ser alemanas, jóvenes y presas que ya hubieran ejercido antes la prostitución.

Por otra parte, los clientes también debían cumplir un rígido protocolo: en ningún caso el acto sexual debía prolongarse por más de quince minutos (pasado ese tiempo, tocaba una campana para que las mujeres cambiasen de «cliente»); tampoco estaba permitida otra postura que no fuera la del misionero. Y por último, los clientes serían observados constantemente por un guardia para evitar que incumpliesen la norma de no cruzar una sola palabra con la mujer en cuestión.

Las mujeres que fueron obligadas a prostituirse eran vistas con envidia por el resto de reclusas: una de ellas llegó a decir tras su liberación que mejor prostituirse a tener que acarrear con cadáveres de otras mujeres.

Los horrores de Auschwitz

Ubicación y visitas

Por último, os dejo los datos prácticos para que programéis vuestra visita. Y si preferís hacerlo a través de Civitatis, estaréis apoyando este humilde proyecto.

Galería fotográfica

Gustándome como me gusta la fotografía, y el retoque posterior en Camera Raw / Photoshop, la verdad es que las fotografías que veis aquí están poco editadas (y algunas según salieron del teléfono): el motivo es que es bastante desagradable tratar de pasar un buen rato en tu programa de edición cuando lo que estás retocando es un sitio tan lúgubre y tan duro.

Aún así, voy a dejar algunas fotos que hice por allí, tratando de ceñirme a documentarlo sin entrar en el morbo y en imágenes que, a estas alturas, creo que no aportan nada.

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La puerta de acceso a Auschwitz Birkenau.

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