Otro concierto en un país distinto al mío me ha traído (The Black Keys, Colonia), en este 2023, a visitar las bellas y pudientes ciudades de Düsseldorf, Colonia y Aquisgrán.
Ha sido mi primer viaje al extranjero en solitario. Sí, me reuniría durante unas horas con unos compañeros de trabajo (y me llevarían a los lugares imprescindibles de la ciudad) pero… sin duda ha sido una experiencia nueva.
Y aunque mole más viajar acompañado, en este viaje he caído en la cuenta que (con cuarenta y una castañas encima), cada vez es más difícil poder decir que has hecho algo completamente novedoso en tu vida.
Porque, sí, harás cosas que te satisfagan (viajar, conciertos, unas cañas con los amigos) pero… nada de eso es ya nuevo. Piensa en ello.
Y ahora, tras la reflexión del día, vamos a ver qué hacer durante dos días en Düsseldorf.
Directo a...
La Ciudad Vieja
Lamentablemente, hablar de casco antiguo (tal y como lo entendemos en España) de prácticamente cualquier ciudad alemana es hacer un ejercicio de imaginación de cómo debió ser aquello en un pasado no muy lejano: ciudades completamente arrasadas por las bombas aliadas durante la IIGM hace que, todo lo que veamos en la actualidad, se trate de reconstrucciones y nuevas edificaciones llevadas a cabo por, básicamente, las mujeres alemanas, que fueron quienes levantaron el país, las triste pero orgullosamente famosas Trümmerfrauen tras la devastación sufrida.
Los hombres que no fueron apresados trataron de huir de la justicia y refugiarse en países neutrales (famosa es la colonia de nazis refugiada en Argentina, pero también en España, donde nos encontramos la conocida Playa de los Alemanes en Cartagena, llamada así por los muchos refugiados nazis que se instalaron al solecito tras años de masacres y bombas).
Un paseo a orillas del río
Una de las riberas con más vida de toda Europa: en un paseo de cerca de 2km’s vamos a encontrar una gran opción de bares y restaurantes a orillas del río. También encontraremos ahí los embarcaderos para poder disfrutar de un paseo por el río y, en la parte sur, quizá una de las estampas más reconocibles de la ciudad: una gran pradera donde centenares de personas despiden el día tomando un vino o unas cervezas con los suyos.
La Rhin Tower
Por sólo 10€ puedes tener unas vistas de 360 grados de toda la ciudad, con el inmenso río Rin a tus pies. Una experiencia que sin duda os recomiendo a todos los que vayáis a Düsseldorf.
El punto de observación se encuentra a 168m de altitud, que se suben en un periquete (a la bajada, tras la consabida descompresión de los oídos, pregunté al ascensorista si no sufría por estar haciendo eso a diario: me comentó que en sólo ocho meses de trabajo había visitado en dos ocasiones al médico… cuando le pregunté cuántas veces realizaba el ascenso y la consiguiente bajada, aventuré a decir que mínimo unas cien veces: «ciento cincuenta», me corrigió).
Varios pisos sobre el punto de observación, se encuentra uno de los restaurantes más codiciados de la ciudad (Como Restaurante), con una plataforma giratoria en la que mientras cenas cosas riquísimas-de-la-muette, vas viendo la ciudad a tus pies. Para la próxima.
Cómo moverse por Düsseldorf
Para este viaje adquirí el abono mensual que ha sacado el gobierno alemán (Deutschlandticket, 49€ en 2023), en el que puedes hacer uso de todos los medios de transporte a excepción de los trenes de alta velocidad (ICE, IC). De esta forma podría bajar a Colonia o acercarme a Aquisgrán, así como coger cualquier metro o tranvía en las ciudades.
Pues bien: ni un torno he pasado, y sólo dos revisores me han pedido el ticket. Por supuesto, con esto no estoy indicando que podáis viajar como unos piratas, pero es en estas cosas donde se aprecia la madurez de una sociedad, en la que los estamentos oficiales confían y saben que, si van a hacer uso de un medio público, habrán pagado por ello previamente.
Ocurre lo mismo con el alcohol: por la calle puedes ir bebiendo tranquilamente, no hay necesidad de tratar a los ciudadanos como niños pequeños diciéndoles qué y qué no puedes hacer en la vía pública.
Deberíamos aprender un poco de esto ¿no creéis?
Dónde comer el mejor codillo en Düsseldorf
Mis compañeros, lugareños ellos, me llevaron a una de las cervecerías más antiguas de la ciudad para hincharnos a comer: es la Füchschen Brauhaus, en Ratinger St 28. En pleno centro.
Pedid, sin dudarlo, un codillo asado (que además está cocinado con cerveza negra y está cojonudo). Os lo podéis apretar a solas, pero id con hambre porque es más que contundente.
Las mejores cervecerías
Otros lugares imprescindibles de la ciudad son los siguientes:
- Zum Schlüssel: me contaba mi compañero que aquí llegó a estar el mismísimo Napoleón tomándose algo. Imagino que iría a gastos pagados.
- Killepitsch: un licor de alta graduación propio de la ciudad que venden en la denominada zona del «bar más grande del mundo», la Düsseldorf’s Altstadt (Old Town). Si nos situamos frente al comercio, tenemos la tienda a la izquierda, que posiblemente encuentres cerrada, y en la derecha un pequeño ventanuco donde te venden los chupitos. Ojo con la cantidad. Por cierto, el nombre, «kille», sí tiene que ver con la palabra inglesa «kill»… me contaba uno de mis compañeros que, originalmente, era el licor que te daban cuando te quedaban dos telediarios, para ir despidiéndote.
- Uerige: una de las más antiguas y que hacen la cerveza con el agua subterránea que está bajo el mismo garito. Por cierto, que si queréis leer de dónde viene la palabra Public House, podéis leer la entrada que realicé sobre Dublín (otro lugar donde la cerveza es la reina).
- Carlsplatz Markt: un bonito mercadillo gastronómico al aire libre, donde hay multitud de opciones para comer (y comer bien).
Estos pocos sitios son meras recomendaciones básicas, pero por allí hay muchos bares más (hasta doscientos sesenta según la web oficial de turismo de Düsseldorf).
Yo estuve tomando unos tragos en la terraza de un sitio punki… un rara avis entre tanta despedida de soltero y tanto chunda chunda.
Tiendas de vinilos
Ya sabéis de mi pasión por la música, y de lo mucho que me gusta comprar vinilos en otros países. Y si no lo sabíais, os lo acabo de contar. En esta ocasión visité dos tiendas:
Hitsville, en el centro de la ciudad: aunque había buen material, personalmente no me gustan las tiendas en las que las fundas de los vinilos están que dan asco, y que te tienes que lavar las manos al salir. Señorito que será uno, pero tras muchas, pero que muchas tiendas visitadas, no es incompatible tener el asunto aseado y tener joyitas a la venta.
Minty Vinyl: la antítesis de lo contado anteriormente. Una tienda que sólo abre los viernes y los sábados, que se encuentra en la trastienda de una tienda de diseño y arquitectura, y que da gusto escarbar en las cubetas. Por primera vez me he encontrado auténticos buenos discos en la sección de «10€». Ahí cogí, por ese precio, el doble recopilatorio de los Beatles 1967-1970, y no, los discos no estaban para tirar a la basura.
Sí me pareció curioso (y en cierta medida me molestó) que en la zona del mostrador, a donde debes ir a pagar, había un cartel de «prohibido»… pero sin embargo había más discos a la venta; al preguntar al dueño, me indicó que es una sección de rarezas, de discos que valen cientos de euros, y que sólo la pueden visitar clientes, digamos, selectos.
El caso es que me dejé cien pavazos en discos y, ojo si vais: sólo aceptan pago en efectivo.
Rainking recordstore: en ésta no estuve (ya me había gastado un dineral minutos antes), pero me la recomendó el guapazo de la tienda anterior. Me hubiera molado ir, pero… enough.
Galería fotográfica
Vamos con la ya consabida galería fotográfica de la ciudad. Si os gusta, o tenéis cualquier duda, un comentario será más que bienvenido.
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