Los amantes de los cacharros antiguos (y sobre todo los amantes de los trenes) están de suerte si deciden viajar a San Francisco.
Y es que esta ciudad conserva una inmensa colección de tranvías antiguos (cablecars) y trolebuses históricos (streetcars), todos ellos perfectamente conservados e integrados y operando diariamente en la red pública de la ciudad.
Aunque la mayoría provienen de otras ciudades del país (Philadelphia, Dallas, Brooklyn), hay otros muchos que han llegado a la más europea de las ciudades norteamericana de puntos tan distantes como nuestra querida Oporto, Milán, Zurich o incluso de Nueva Zelanda).
Esta página tiene un amplísimo catálogo de la mayoría de los streetcars (en España trolebuses) que operan o están en fase de restauración para volver a patear las calles:
https://www.streetcar.org/streetcars/
Esta página me recuerda al internet de finales de los 90, donde entrar en una página era descubrir información que antes no estaba a tu alcance, sin cientos de banners saltando a cada momento, ni cookies que aceptar… sólo una página sencilla, buena información y unos dibujos atractivos.
Quizá un poco ensombrecidos por los tranvías, que son más antiguos y más conocidos en el imaginario popular, hoy me gustaría centrarme en los trolebuses, que a mi parecer son más bonitos, más espectaculares. Verlos es retrotraerte al Estados Unidos de la época dorada de Hollywood, de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, al «American Way of Life«… pero también a la época de la segregación, de los movimientos por los derechos civiles…
Breve historia de los tranvías
Los tranvías los inventó el inglés Andrew Smith Hallidie en San Francisco allá por 1873. El colega se basó, astutamente, en los raíles y vagones que poblaban todas las explotaciones mineras del país (en la memoria colectiva están todas aquellas películas donde el bueno escapa en una vagoneta llena de carbón ¿verdad?), y es que el tío ya utilizó un sistema rudimentario en las minas para la extracción de oro (este inglés llegó a Estados Unidos unos años antes, en 1852, atraído por la codicia causada durante la famosa Fiebre del Oro).
En 1947 el entonces alcalde Roger Lapham declaró categóricamente:»esta ciudad debe deshacerse de todos los tranvías«; de no haber sido por la labor de Friedel Klussmann, que creó el Comité Ciudadano para Salvar los Cable Cars, todas estas bellezas aún funcionales hubieran desaparecido para siempre. Y es que este comité consiguió convencer a la opinión pública de que el valor intrínseco que aportaban era mucho mayor que su coste de mantenimiento. Y desde entonces la ciudad no sólo preservó sus vehículos, si no que se ocupó de atesorar una de las mayores colecciones del mundo.
Algunas fotos
Os comparto alguna de las fotos que hice a estas bellezas. Pinchando sobre cada imagen os llevará a la ficha técnica de cada uno de ellos:
Philadelphia Rapid Transit Company (construido en 1947):
San Francisco Municipal Railway (construido en 1948)
Recreación de los tranvías originales construidos desde 1893 hasta 1905. Este bonito ejemplar se construyó en 2009:
San Diego, California. Construido en 1946:
Museo gratuito en la ciudad
El museo gratuito (que nosotros desgraciadamente no llegamos a visitar) se encuentra operativo de martes a domingo, en horario de 10 a 17 horas.
Se encuentra en 77 Steuart Street(sí, no lo parece pero está bien escrito).
Espero que esta breve entrada os haya abierto el apetito de viajar a esta bonita ciudad. Se agradece que lo compartas.
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