En estos días de olas de calor, de veranos tórridos y días asfixiantes, de noches tropicales… no se me ocurre mejor viaje corto que una ruta en coche de menos de una semana por el norte de España (y conociendo alguna ciudad francesa, como bonus extra).
Y aunque la idea original era realizarla en moto, las previsiones meteorológicas no acompañaban y decidí cambiar a última hora los planes… Cambio del que luego me alegré cuando, llegando a Torla, en pleno Pirineo aragonés, nos cayó una lluvia que ni en coche era manejable. Qué bien hice cambiando de medio de transporte, la verdad.
Esta ruta en coche de menos de una semana por el norte de España la realicé hace un par de años con mis sobrinos, y tiene de todo: mar, montaña, ciudades históricas, castillos impresionantes y, cómo no: una riquísima gastronomía. Y es que el norte de España no sólo es conocido por su patrimonio histórico y natural, si no también por lo tremendamente bien que se come.
Para que sea más legible voy a dividirla por días y, de aquellos sitios de los que ya tengo algo escrito, os dejaré el pertinente link, así como propuestas cercanas. Si disponéis de más tiempo para esa deseada ruta en coche (o moto), os aconsejaré algunas rutas alternativas para seguir conociendo este país que nos hemos regalado entre todos.
Sin más dilación, vamos a ver qué hicimos nosotros en esta ruta de cinco días de duración por el norte de España.
Directo a...
Día 1 – de Madrid a La Rioja
Dejábamos Madrid a eso de las 10:00h y haríamos noche en Nájera, una pequeña ciudad riojana con un bonito castillo y unas cuevas que lamentablemente no visitamos por estar ya cerradas cuando llegamos. Cenamos muy bien en el Meraki Gastrobar, sin necesidad de reserva previa.
Una fortaleza califal
Antes de llegar a Nájera, os aconsejaría que visitaseis la bella ciudad del Burgo de Osma, en la provincia vecina de Soria. Y quizá más impresionante aún sea la Fortaleza Califal de Gormaz, una alucinante construcción datada nada menos que en el Siglo VIII. Originalmente árabe pero posteriormente conquistada por los cristianos, a sus pies podéis encontrar una pequeña ermita románica con restos de pinturas murales fechadas entre los 1125 y 1139. Y ahí siguen, casi mil años después.
¿No os parece absolutamente increíble?
La Cuna del Castellano
El motivo original de ir a esta pequeña región española era la de conocer el pueblo que, de forma unánime, se conoce como La Cuna del Castellano: San Millán de la Cogolla. Los monasterios de Suso y Yuso, patrimonio de la humanidad, están en mi lista desde hace años. Sin embargo, por disponibilidad de tiempo y porque viajaba con dos niños, no me pareció lo más adecuado.
Aquí es donde hace más de mil años unos monjes escribieron las primeras palabras en lengua romance, el antepasado directo del español. Sólo por eso, por lo rico que es nuestro idioma, y por ser la cuarta lengua más hablada en el mundo (con una estimación de cerca de 560 millones de personas) este lugar merece una visita calmada.
Conociendo más a fondo Guadalajara y Soria
Las provincias de Soria y Guadalajara ofrecen multitud de opciones, así que si disponéis de más días para conocerlas a fondo, os aconsejo que leáis sobre esta ruta en moto por Guadalajara y Soria. En esta zona podéis conocer los campos de lavanda de Brihuega, Jadraque y su imponente castillo, Atienza, Sigüenza, la increíble por desconocida Soria…
Y entre medias una visita rápida al País Vasco, donde visitaríamos la histórica ciudad de Gernika y posteriormente montaríamos en barquita para ir a ver esa pequeña ermita que se ha hecho mundialmente famosa gracias a Juego de Truños. Sí, hablo de San Juan de Gaztelugatxe.
El recorrido, de aproximadamente una hora de duración, sale desde Bermeo, una pequeña ciudad costera que ya conocía. Recuerdo claramente que ese día estaba lloviendo ligeramente y, aunque con un cielo encapotado, era una delicia ir con una chaqueta tras haber dejado unas horas atrás mi querido pero abrasador Madrid.
Un lugar, sin duda, precioso de nuestra costa. Para rematar la faena, una vez el barquito os haya devuelto a Bermeo, os recomiendo que zampéis en el propio puerto, en la Cofradía de Pescadores. Por algún motivo, en GMaps no sale indicado el restaurante, pero ya os digo que vais a comer como reyes moros (link en Tripadvisor aquí).
No es económico, pero tampoco prohibitivo. Y además podéis aparcar gratis.
Qué bonito es el País Vasco
La lista sería poco menos que interminable. Pero si tuviera que visitar zonas que ya conozco y que puedo recomendar… Bilbao, Hondarribia, San Sebastián, Lequeitio… Sólo en esta zona podríais invertir todos y cada uno de los días de esta pequeña ruta en coche de menos de una semana por el norte de España y, aún así, os quedaríais cortísimos.
Aquí tuvimos el primer incidente del viaje, cruzando la frontera entre España y Francia: unos franceses de origen marroquí de, digámoslo sin pudor, malvivir y peor higiene, agobiados por la pequeña cola de coches que tenían delante, tienen la feliz idea de dar marcha atrás sin mirar si había nadie atrás.
¿Y qué coche era el que estaba detrás? Sí, el mío.
Un gravísimo incidente internacional
A partir de aquí empieza un periplo de cerca de dos horas para conseguir dar un puto parte… Los tíos listos me dicen que no nos pongamos allí a hacerlo, que crucemos la frontera y en la primera vía de servicio hagamos el papeleo. Bien, pensé, no me han hecho prácticamente nada al coche y será un trámite rápido.
La sorpresa viene cuando, al llegar a la vía de servicio, vemos que era una familia numerosa y que venían varios coches: de uno de los coches no implicados se baja el listo del grupo, y empieza a decirme que fui yo quién embistió: argumentaciones airadas y argumentos del tipo este coche lleva sensores, jamás le podría dar, cara de apuro del conductor que me golpeó (al menos se le veía más legal que a su coleguita), mi sobrino pequeño intentando discutir con un adulto más resabiado que cinco perros hambrientos, niños revoloteando alrededor, un chapurreo ininteligible entre inglés, español, francés, y unas gotas de árabe que sé (que se reducen a decir no… «la«, para los lingüistas que me lean) conseguimos que firmen los putos papeles.
El hijo de puta, al irnos y con sorna en la cara (el listo, no el conductor que me dio, al que se le veía realmente avergonzado por el comportamiento de su amigo) nos apela algo así como «bienvenidos a Francia«.
Año y pico después aún llegó una carta de su seguro implicándonos en un golpe que había tenido lugar pocas semanas antes. Los colegas debieron guardarse el parte para intentar aprovecharlo en incidentes posteriores. Qué asco de gente ¿eh?
De peregrinación por Lourdes
Lourdes, una de las ciudades más estrambóticas que he conocido jamás, dedicada casi en exclusiva al turismo y a la cristiandad. Uno de los puntos de peregrinaje más importantes de esta religión, y todo un emporio alrededor con cientos de tiendas de souvenirs, imágenes de todo tipo de vírgenes, cristos y, en definitiva artículos religiosos.
Pero no sólo eso: salas de cine y musicales que cuentan la vida de la pequeña campesina que aseguró ver a la virgen. Fue tan honda la impresión que me causó, que escribí este artículo sobre Lourdes:
Para añadirle más jugo al asunto, pillamos una noche de vigilia, con miles de personas desfilando en los alrededores de la Catedral. Recuerdo que uno de mis sobris me dijo, mitad en broma mitad en serio, «tate, esto da un poco de miedo«.
Otras ciudades francesas cercanas
La idea original, antes del gravísimo incidente internacional que he contado previamente, era haber subido hasta Biarritz y haber comido por la costa, para luego dirigirnos con calma a Lourdes. Pero ese tiempo y energía perdidas haciendo uso de mi diplomacia y mi conocimiento en lenguas hizo que nos decantáramos por ir directos a Lourdes.
Si se dispone de más tiempo, Burdeos es una ciudad muy bonita (a unos 200km’s de Biarritz). Un poco más al norte todo el mundo recomienda conocer La Rochelle.
Día 4 – de Lourdes a los Pirineos
Tras nuestra particular peregrinación atea, nos dirigiríamos a uno de los puntos fuertes del viaje, una zona que llevaba años queriendo conocer y que no dejaría escapar en esta ruta en coche de menos de una semana por el norte de España: los Pirineos aragoneses, zona de la que dicen es la región más bella y más escarpada de toda la cordillera montañosa.
El recorrido directo no es muy largo, unos 150 kilómetros y unas 3 horas de viaje; yo lo ampliaría entrando por Vielha, lo cual incrementaría en varias horas el trayecto: lo cierto es que, aunque fuese en coche, me apetecía ver algo más de la región y conducir por esas carreteras. Así que entre fotos, entre tate, tengo hambre, entre pararnos a comer algo, llegaríamos a Torla a eso de las 17:30h. Qué precioso pueblo.
Esta ruta en coche de menos de una semana por el norte de España la planteé huyendo las autopistas lo máximo posible, con el único fin de conducir con calma y parándonos en pequeños lugares alejados de las vías principales. Por eso, entre otras cosas, pudimos conocer el castillo medieval de Mauvezin: siendo sinceros, no es la hostia, ni mucho menos, pero oye… si os pilla de paso, es una visita bastante chula.
Día 5 – Pirineos oscenses (continuación)
Uno de los lugares que más me han impactado en los últimos años, y con dos sobrinos comportándose como auténticos jabatos en una ruta circular (La Senda de los Cazadores) de cerca de 22 kilómetros, entre pedruscos, caídas verticales impresionantes…
Aquí es donde tuvimos el segundo incidente del viaje, con un tío (yo) que no calculó bien cuánto agua comprar.
Lo mejor es que leáis esta entrada, ya que aquí no sólo hablo de la ruta, si no de multitud de opciones por la zona:
Vías ferratas, tirolinas, castillos medievales…
A modo de resumen de las opciones anteriormente comentadas: una vía ferrata en el vecino pueblo de Broto, la tirolina con el Récord Guinness (a los niños y a mí nos flipó muchísimo), Jaca, Huesca, Canfranc y su espectacular estación ferroviaria, el Castillo de Loarre… otra de las regiones españolas donde se podría invertir toda una vida en descubrirla.
Día 6 – de los Pirineos a Madrid
El viaje era corto, el dinero no daba para más, y las vacaciones tampoco. Así que toca vuelta a casa. Pero vosotros, astutos lectores, si disponéis de más días, deberíais visitar los siguientes lugares, ambos en Aragón y a no mucha distancia uno de otro:
Monasterio de Piedra
El famoso Monasterio de Piedra, un parque natural (artificial, vaya oxímoron ¿eh?), lleno de cascadas y vegetación, con un monasterio donde, se dice, sería allí donde se cocinaría por primera vez el chocolate traído del Nuevo Mundo.
Para disfrutarlo en su esplendor, recomiendo que la visita sea a finales de otoño, donde ya habrá llovido lo suficiente para llenar el Río Piedra.
El Pueblo Viejo de Belchite
Cambiando completamente de registro, pero no menos interesante y, sin duda, mucho más espeluznante, el Pueblo Viejo de Belchite, testigo de primera mano de los horrores de nuestra Guerra Civil:
Por último, si os sobra tiempo y queréis conocer una región creo que bastante desconocida para el gran público pero de gran belleza, os recomiendo estudiar esta ruta que hice en moto, pasando por Parque del Alto Tajo, la Alcarria Conquense… en fin: una delicia de parajes.
La ruta en mapa
Os comparto el mapa para que podáis modificar la ruta a vuestro gusto.
Son algo menos de 1700 kilómetros que considero más que asequibles para realizarlos en el tiempo propuesto.
Y ya cerrando el chiringuito: ¿qué os parece esta ruta en coche de menos de una semana por el norte de España? ¿añadiríais algo, quitaríais algún destino?
0 comentarios