Sí, sólo doce días en Japón. Seguramente has llegado aquí para saber si algún otro temerario ha hecho un viaje tan corto a esta maravilla de país. Pues presentes, aquí dos que hicieron eso. ¿Recomendamos una ruta de sólo doce días por Japón? Sí, sin duda que sí. Lo cual no quita que si disponéis de más tiempo, lo invirtáis en este flipe de país.
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Semanas después (pero ya estando allí éramos conscientes) se ha convertido en uno de los viajes más impresionantes que hemos realizado. Y si a eso le sumas el conciertazo que vimos de la Tedeschi Trucks Band… pues qué queréis que os diga, hamijos.
Ruta de doce días en Japón
Esta página sólo pretende ser tu primera toma de contacto con el país. Sé que organizar un viaje a Japón es jodido (el idioma no ayuda, no) y que la información disponible en la red es abrumadora. Así que seguramente te venga bien una página donde esté todo para que, de un primer vistazo, te hagas una idea general de qué poder hacer durante una ruta por Japón en doce días (o trece, u once, los que te cuadren).
Muy someramente, nosotros visitamos:
- Tokio
- Kioto
- Península de Izu
- Hakone
- Nara
- Nagoya
Tokio, la mayor ciudad del mundo
Sé que parece mucho (a mí me lo parecía antes del viaje) pero ahora que he estado: intentad estar al menos cinco noches en la ciudad. Y aún así tened en cuenta que con esas cinco noches sólo arañaréis la superficie de tan increíble urbe. No en vano ocupa el primer puesto del ranking de las ciudades más grandes del mundo. Sólo en ella viven cerca de treinta ocho millones de personas.
Así que cuando os enfrentéis en casa al mapa de metro, pensad que las distancias son grandes y el tiempo que invirtáis en el trayecto no será poca cosa. Sumad a eso enormes estaciones de metro con multitud de entradas (el récord mundial lo ocupa la estación de Shinjuku, con cerca de doscientos accesos y un uso diario (¡diario!) de 3,5 a 4 millones de personas) y os daréis cuenta que cinco días son, realmente, poquísima cosa.
Pero por algo hay que empezar ¿no?
Por cierto, si como yo sois de entrar en Google Street View para ver las calles de una ciudad, que no os desaliente si Tokio os parece fea. También a mí me pasó, más allá de los templos y zonas con cierta magia, no es una ciudad bonita, no. La magia, sin embargo, está en caminarla, en alucinar con la gente tan dispar que recorre sus calles, en sus numerosos y deslumbrantes leds…
Los mejores miradores de Tokio
Para tomar consciencia real de la ciudad a la que os vais a enfrentar en los próximos días, os recomendaría que en vuestras primeras horas subáis a alguno de los muchos rascacielos que Tokio tiene. Seguramente tengas el jet-lag en todo lo alto, y estés super desubicado, como nos pasa a todos, pero no se me ocurre mejor forma que tener la ciudad a tus pies para f-l-i-p-a-r con ella.
Eso, o irse a una izakaya y tomarte un par de cervezas al atardecer. Es en esas horas además cuando los japoneses han salido del trabajo y están tomando algo. Ahí es el momento en el que se desinhiben y forman más jaleo. Os aseguro que os será un ambiente familiar..
La foto, para los ávidos de información, está realizada desde la Tokio Tower. Sí, la que se parece a la Eiffel (pero que la supera en 30 metros de altura).
Un robot gigante en Tokio
Yo creo que ésta es una de las cosas que más nos llama la atención a los extranjeros. Aquí otra página donde os cuento en detalle cómo poder ver el robot de Odaiba.
Dormir en un ryokan
Sin duda es algo que inflará los gastos, porque por regla general son alojamientos más caros que lo que pueda costar un hotel. Aún así, es una de las (muchas) experiencias que sólo podrás vivir en Japón. Nosotros elegimos uno algo más apartado de los circuitos habituales, en la Península de Izu. Para llegar alquilaríamos un coche.
Mi recomendación, sea cual sea el ryokan que elijas, es que te hospedes al menos dos noches. Así podrás disfrutar plenamente de las opciones y como seguramente lo hagas tras unos días de intenso pateo en, muy posiblemente, Tokio, te aseguro que esas horas de relax te sentarán pirata.
Pincha en la foto para leer más en detalle sobre el ryokan que nosotros elegimos:
Ryokan en la Península de Izu. Una pu*a pasada.
Kioto como base de operaciones
Estando allí nos preguntábamos Gloria y yo con qué ciudad nos quedábamos, si Tokio o Kioto. En su momento yo elegí la primera y ella la bella Kioto pero, semanas después, creo que me sumo a esa elección. No sólo porque es más manejable, no sólo por los innumerables y centenarios templos que salpican sus calles, no sólo por la naturaleza que la rodea…
Quizá el hecho de que sólo esta ciudad tenga diecisiete lugares declarados como Patrimonio Cultural de la Humanidad tenga algo que ver.
Eso, y el hecho de que milagrosamente se libró de las bombas:
Por qué Kioto no fue bombardeada durante la II GM
Kioto, como le pudo pasar a Hoi an en Vietnam o (ya en nuestra vieja Europa) a Cracovia, no fue arrasada por las bombas aliadas durante la infame Segunda Guerra Mundial. Aunque estaba en los objetivos de los aliados, sería el Secretario de Guerra Henry Stimson la persona que logró sacar a Kioto de la lista las ciudades a bombardear. En su lugar el comité elegiría Nagasaki para perpetrar esa masacre.
Se aducen diferentes teorías: desde que fue el lugar elegido para pasar su luna de miel décadas antes, hasta que era un enamorado de la ciudad tras sus múltiples visitas en su época de Gobernador de Filipinas, en unos ya lejanos años ’20 del siglo pasado.
Sean ciertas o no, el hombre puso su empeño en excluir a Kioto de la lista ya que, tras unas primeras alegaciones con el comité (todas rechazadas, porque bombardear Kioto era demasiado jugoso como para dejarla pasar), el colega decidiría reunirse con el mismísimo presidente Harry Truman. Según este artículo de la BBC, éstas serían las palabras que escribiría en su diario:
Fue particularmente empático al estar de acuerdo con mi sugerencia de que si no hay eliminación, el rencor causado por un acto sin sentido de ese calibre haría imposible que durante el largo período postbélico los japoneses se reconciliaran con nosotros en esa zona antes que con los rusos.
Henry Stimson
Tiempo mínimo en Kioto
De nuevo, y aunque pueda parecer mucho, no recomiendo menos de cuatro noches. Quizá no veas todos los templos que tiene la ciudad (nosotros no lo hicimos), quizá sólo te apetezca perderte por sus calles y visitar tiendecitas, pero seguramente utilices esta ciudad (y tu Japan Rail Pass) como base de operaciones para conocer otras ciudades del país.
Qué ciudades visitar desde Kioto
A modo de pincelada, sin más:
Nara: sí, donde están los ciervitos sueltos. Un cabroncete, poco antes de irme, me mordió el culo, porque me había visto guardarme las galletas en el bolsillo trasero del pantalón. Menudo grito pegué.
Hiroshima: me hubiera gustado ir… por algún motivo, me gusta visitar lugares espeluznantes, donde la humanidad lo ha pasado realmente mal. No es por el morbo, no es por recrearme en el sufrimiento ajeno (si lees mi entrada sobre Auschwitz verás que no entro en detalles escabrosos)… simplemente, me parece necesario no olvidar los errores pasados.
Osaka: una ciudad vibrante que nos dejamos en el tintero. Claro, si decides hacer una ruta de doce días, tendrás que sacrificar muchas visitas. Una pena, pero el tiempo es limitado y, a veces, la energía también. Y como digo habitualmente, a veces se aprende más de un país tomándote algo en un bar (una izakaya, en este caso) o entrando a tiendas locales, que visitando toooodas y cada una de las ciudades que quedan a tu paso.
De discos por Kioto
¿Te flipan los vinilos? ¿Visitas las tiendas más importantes cada vez que viajas a alguna ciudad? Entonces… te vas a gastar un pastón en Kioto. Ya lo siento, pero…
¿Japan Rail Pass o coche?
Fuimos de los afortunados que viajamos semanas antes de que subieran el precio del archifamoso Japan Rail Pass. A día de hoy a nosotros no nos hubiera compensado económicamente. Si os gusta conducir y no os ponéis nerviosos por el hecho de conducir por la izquierda, quizá la opción de alquilar coche sea una buena alternativa. Los japoneses son muy respetuosos conduciendo y guardan admirablemente bien la distancia de seguridad.
En junio de 2023 (cuando compramos el JRP) pagamos, por un pase de una semana, 194€.
Actualmente se encuentra a 319€. Una pasada el incremento que le han calzado a uno de los tickets turísticos más famosos del mundo.
Aún así, posiblemente decidas que es necesario para tu viaje… Nosotros lo pillamos en Japan Experience, sin más motivo que el que tienen una oficina en el centro de Madrid. Aún así, nos lo enviaron por correo postal y en pocos días lo teníamos en casa.
¿Viajas con Air China?
De ser así, te recomiendo que leas mi opinión con Air China. La experiencia narrada corresponde a Octubre de 2023, pero mucho me temo que tienen que cambiar las cosas para que dicha aerolínea se convierta en una de las punteras a nivel mundial…
Links de interés
Para que podáis bichear en un par de páginas especializada en el País del Sol Naciente (lo siento: tenía que soltar el topicazo), creo que estos son los dos referentes en lengua hispana:
Japonismo.com: no tengo casi ninguna duda en que, quizá, sea la página con más información sobre todo Japón de Internet. Laura y Luis son los creadores de la página (una página que, merecidamente, ha ganado varios premios por su labor) y la información de la que disponen es increíble. A veces, abrumadora. Han editado varios libros que pueden ser de mucha ayuda para neófitos que quieran conocer el país. Sin duda un absoluto referente. De hecho, dudo que leáis la mía porque seguro que ellos tienen alguna bastante mejor posicionada en Google 🙂
Japón Secreto: otra con la que me topé en numerosas ocasiones durante mis búsquedas internáuticas. No entra, ni de lejos, en el detalle de la anteriormente mencionada, pero estoy convencido que también os será de utilidad.
Losviajeros.com: el foro de referencia en habla hispana no sólo para Japón, si no para TODO EL MUNDO. Soy miembro activo de la comunidad y es increíble la cantidad de información vertida allí. Si os hacéis usuario, no os limitéis a preguntar: intentad ayudar a otros que quieran visitar lugares por donde tú ya has pasado.
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