Dado que el pasado 2024 no se pudo viajar mucho, este 2025 he querido inaugurarlo realizando una escapadita familiar, en una sencilla pero completísima ruta de dos días por el norte de Cáceres (edit: siete de enero de 2025: la caldera se ha ido a tomar por culo… cambiarla será el gasto de un buen viaje internacional: me cago en fuck*n todo).
Cuando leí en el foro del Toyota Corolla, en un hilo en el que se tratan lugares poco conocidos de nuestra península, del ya abandonado pueblo medieval de Granadilla, tomé nota en mi libreta imaginaria para visitarlo en cuanto las circunstancias lo permitieran.
Lo cierto es que me llaman mucho la atención esos lugares con siglos de historia que, por azares del destino, se han librado por poco de ser pasto del olvido: pienso en el pueblo viejo de Belchite, el Monasterio de Santa María de Sandoval en León o, mucho más lejos, el pueblo abandonado de Rhyolite (en Nevada, USA).
Directo a...
La escapada ha sido sencilla y no ha requerido de prácticamente ninguna preparación: una pequeña maleta con una muda, una reserva de una noche, el coche cargado de gasolina, y ganas de descubrir esos maravillosos rincones que tenemos repartidos por todos los lados de nuestro país.
Vamos al turrón:
Plasencia
Hace ya unos años toqué en un garito que estaba pegado a la Catedral: el problema cuando tocas fuera de tu ciudad es que, habitualmente, no te da tiempo a conocer nada (te acuestas tarde, al día siguiente tienes que viajar a otra ciudad, llegar para hacer prueba de sonido, etcétera).
Tenía, por tanto, pendiente una visita a Plasencia.
Plasencia, la cuarta ciudad en tamaño de Extremadura, fue fundada en 1186 por Alfonso VIII. Vamos, que con la gilipollez es una ciudad que tiene casi mil años. No paran de sorprenderme muchísimo estos datos.
Si tenéis idea de realizar una ruta similar a la nuestra, no dejéis de parar por unas horas en Plasencia, y caminar por su casco histórico, lleno de lugares preciosos.
Podéis visitar sus dos catedrales (construida una junto a la otra), alucinar con la proyección que tienen con sus gafas en VR (si sentís vértigo, agarraos bien al asiento). El precio este enero de 2025 ha sido de 8€ la entrada general.
Para comer os recomiendo un sitio que nos encantó: el Gastrobar Tentempie. Tanto por la elaboración de los platos como por la atención de los empleados, si sois de pedir platos para compartir, éste es vuestro sitio. Pedimos cinco platos para tres personas y uno de ellos hubiera sobrado. El precio fue de unos 20€ por cabezota.
Placentinos: disculpad que no entre más en detalle sobre vuestra bonita ciudad, pero es que el tiempo da para lo que da.
Granadilla
El leitmotiv de esta ruta de dos días por el norte de Cáceres.
Dejábamos atrás Plasencia a eso de las 15:30h para ir directos a Granadilla, y así aprovechar las últimas horas del sol de enero, con la luz tan bonita del atardecer invernal.
El antiguo Señorío de Granada cambió su nombre al actual en 1492, tras la Conquista de Granada por, sí, claro: los Reyes Católicos.
Cientos de años y miles de vidas anónimas después, el gobierno franquista adquiriría los terrenos del pueblo para la construcción un inmenso embalse que rodearía tres cuartas partes del casco urbano.
El pueblo en sí no se convertiría en la Atlántida cacereña, pero sí todos sus alrededores.
Quedarían anegadas todas las tierras de cultivo de los alrededores haciendo, en la práctica, un pueblo inhabitable. El último de sus habitantes abandonaría el pueblo en 1964.
A día de hoy, bajo el paraguas de un bonito programa educativo que pretende recuperar y/o restaurar pueblos abandonados, el pueblo está habitado por estudiantes de diversos centros del país, dándose la paradoja de que nos podemos encontrar desde una cancha de baloncesto en perfecto estado a numerosos paneles solares.
Y lo cierto es que, al menos en Granadilla, estos estudiantes parecen haber hecho un gran trabajo, ya que así el resto podemos disfrutar subiendo a la torre del Castillo (Siglo XV), pasear por sus calles empedradas o bordear el pueblo desde su extensa muralla.
Todo esto lo cuentan infinitamente mejor en una estupenda web que está (y por desgracia no es lo habitual) bien hecha, bien estructurada y bien documentada. Os animo a pasar unos minutos en…
La ciudad romana de Cáparra
O el yacimiento arqueológico de Cáparra, si queremos ser más precisos.
Famosa por su Arco, único en la península, y que sigue sorprendentemente en tan buen estado tras siglos y siglos de historia. El Arco fue mandado construir por un hijo a la memoria de sus difuntos padres. Quién iba a decirle a ese romano de hace dos mil años que hoy estaríamos hablando de él.
De lo que seguro que estaría orgulloso es de haberse gastado los sextercios en algo que perdurase de esta forma en el tiempo.
Originalmente asentamiento vetón (uno de los muchos pueblos que estaban antes que los famosos romanos), no sería hasta el año 74dc cuando la ciudad pasa a ser completamente romana: deja de ser obligatorio el pago de tributos a Roma, de tener que colaborar activamente con el ejército romano, para convertirse en municipium romano y ser, en definitiva, una ciudad de pleno derecho.
En definitiva, una ciudad en lo que ahora diríamos está en medio de la nada que, en su momento, debió de tener cierta importancia: su anfiteatro, sus termas, su foro romano, y ser lugar de paso de la Vía de Plata atestiguan que Cáparra fue, ciertamente, un lugar de importancia.
Monasterio de Yuste
Ésta es una de las imágenes más icónicas del Monasterio de San Jerónimo de Yuste:
A mi parecer, se asemeja más a un centenario palacete de alguien pudiente que a unos aposentos reales, donde nada más y nada menos que un Rey como Carlos I de España y V de Alemania elegiría para morir.
Un rey, por cierto, apodado El César, con toda la modestia del mundo. Para que nos hagamos una idea de la importancia del asunto. Biografías casi inabarcables.
Lo cachondo del asunto es que el hombre moriría de paludismo por la picadura de un mosquito. Un mosquito que posiblemente nacería en las aguas que se ven en la parte inferior de la anterior imagen.
Si queréis ampliar información, considero suficiente los dos links anteriores.
Bonus extra
No puedo dejar de recomendaros, en esta ruta de dos días por el norte de Cáceres, que intentéis incluir en vuestra visita el Monasterio de Guadalupe, en el cual estuve hace unos meses y, ciertamente, me impresionó bastante.
Aquí tenéis el artículo que escribí en su momento (también podéis pinchar en la imagen).
Datos prácticos
- Dónde dormir: nosotros elegimos dormir en Hervás, tras haber visitado Plasencia y Granadilla. Nos gustaron mucho los Apartamentos Turísticos Vedelejos. El precio para tres personas en un apartamento con dos habitaciones fue de 110€.
- Kilómetros realizados: aproximadamente 700 km’s;
- Tipos de carreteras: nacionales en buen estado, algo de autovía, y comarcales reviradas y muy bien asfaltadas. Entre ellas, una de lo que en Extremadura se denomina como Carretera Paisajística.
- Puedes ampliar el viaje visitando el imponente Monasterio de Guadalupe, la Vía Verde del Alberche (ya en Madrid), o realizando otra ruta guapísima por Gredos (en la vecina provincia de Ávila).
No me diréis que para haber estado fuera de casa menos de 48h (y bastantes de ellas en coche) no ha sido éste un viaje provechoso.
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