Lamentablemente, desasociar la historia reciente de Alemania del nazismo es tarea poco menos que imposible: sus ciudades han sido mayormente reconstruidas al completo tras los bombardeos masivos y pasear por cualquier ciudad de Alemania, en ese maravilloso ejercicio histórico que ha hecho el pueblo alemán para no olvidar lo sucedido, hace que podamos encontrar referencias por doquier.

Las ventanas al exterior y a pie de calle, habitualmente cerradas debido al olor insalubre que salía de las celdas. El plátano es obra de un artista de la ciudad en el que marca los puntos de alto valor cultural de Colonia.
Sin embargo, son pocos los vestigios físicos aún presentes, como este edificio que nos ocupa: el cuartel general de la Gestapo en Colonia, Alemania. Un edificio desde el cual la policía política del nazismo interrogó, torturó y, en última instancia, dirigió con mano de hierro el devenir de sus ciudadanos en el día a día.
Este artículo pertenece a mi viaje por Düsseldorf, Colonia y Aquisgrán, en junio de 2023. Quizá no entre en detalle sobre cada uno de los puntos listados más arriba, pero lo acompaño de un extenso número de fotografías, donde podréis comprobar de primera mano cómo es aquello.
Espero que no se os revuelvan mucho las tripas.
Datos prácticos
Sólo hubo dos edificios que los aliados deliberadamente respetaron durante los bombardeos masivos que sufrió la ciudad: uno fue la Catedral de Colonia, que se dice servía de punto de referencia para los aviones aliados, y otro el EL-DE Haus, los cuarteles generales de la Gestapo. El motivo, evidente, no fue otro que la necesidad de conocer la documentación guardada allí.
- Dirección: Appellhofpl. 23-25, 50667 Köln, Alemania
- Horarios: Lunes cerrado. El resto de días permanece abierto de 10:00h a 18:00h (martes a viernes) y de 11:00h a 18:00h (sábados y domingos)
- Precio entrada: Pagué en junio de 2023 6,5€ con audioguía incluida.
- Web oficial: https://museenkoeln.de/ns-dokumentationszentrum/default.aspx?s=317 (en castellano)
Qué fue la Gestapo
Abreviatura de «GeheimeStaatspolizei», lo que traducido es «policía secreta del estado». Creada por Hermann Göring, uno de los nazis que ostentó mayor poder durante aquellos años de locura y muerte, estuvo en vigor desde abril de 1933 hasta mayo de 1945, cuando la guerra acabó. Doce años de terror y persecuciones tanto políticas como raciales que terminaron fundando una policía que genera pavor aún a día de hoy.

Fichas de apresados por la Gestapo. Las cruces indican que fueron asesinados en alguno de los campos de concentración a donde fueron enviados.
Algunos datos interesantes sobre este infame órgano policial:
- La Gestapo llevó a cabo su misión de manera radical. En la Alemania nazi, aplicaban los métodos comunes de investigación policiaca. Sin embargo, lo hacían sin límites legales.
- La misión de la Gestapo era “investigar y combatir todos los intentos de amenazar al estado”.
- Contar chistes de Hitler podía considerarse como un “ataque malintencionado contra el estado o el partido”, y entonces podía resultar en un arresto por parte de la Gestapo, un juicio ante un tribunal especial e incluso encarcelamiento en un campo de concentración.
- La Gestapo era famosa por la forma despiadada en que realizaba sus interrogatorios. Los agentes de la Gestapo recurrían sistemáticamente a la intimidación y a la tortura psicológica y física.
- Se unió a los Einsatzgruppen y perpetró fusilamientos masivos de judíos y otras personas.
Información extraída de la denominada «Enciclopedia del Holocausto».
El edificio
Denominado EL-DE Haus por el nombre de su propietario, un comerciante llamado Leopold Dahmen (EL de la L inicial y DE de la, sí, D), dicho edificio fue alquilado a la Gestapo cuando aún no se había finalizado su construcción. Contaba la audioguía que el búnker construido, allá donde se torturaba a los presos para intentar evitar la filtración de los lamentos a la calle, ya estaba en los planos originales del edificio, que no fue construido por los nazis.
Tuve la, no sé si llamarlo así, fortuna de poder estar en ese lugar unos minutos a solas, sin otros visitantes. Os aseguro que sentí pavor de encontrarme entre esos ladrillos (algo que no me pasó en el propio Auschwitz debido a la masiva afluencia de turistas).
Y es que a veces hacer ejercicios de imaginación es difícil, bien por sentirte rodeado de gente, por oír los ruidos de la calle… Aquí estuve a solas durante pocos minutos y os aseguro que casi era palpable la violencia y el sufrimiento allí ocurrido.

El anteriormente citado búnker del edificio, donde se llevaban a cabo las torturas e interrogatorios. Uno de los lugares más espeluznantes donde haya estado nunca.
El edificio continuó en funcionamiento como institución pública durante muchos años después del final de la guerra, dándose la paradoja que gente que había estado allí encarcelada tuviera que ir al mismo lugar a firmar su jubilación.
Finalmente, gracias a la labor de asociaciones vecinales y de periodistas que mostraron al país la infamia de que ese lugar siguiera operando, en 1979 se toma la decisión de crear el Centro de Documentación sobre el Nacionalsocialismo y en 1987 se traslada a este edificio de forma, hasta hoy, permanente, aunque ya en 1981 servía como lugar conmemorativo.
La exposición y galería fotográfica
Creo que unas imágenes explicarán mejor todo lo que podemos encontrarnos allí. En cada una de las imágenes acompaño una breve explicación de qué podemos observar en ella.

Las ventanas al exterior y a pie de calle, habitualmente cerradas debido al olor insalubre que salía de las celdas. El plátano es obra de un artista de la ciudad en el que marca los puntos de alto valor cultural de Colonia.

Entrada al edificio.

El anteriormente citado búnker del edificio, donde se llevaban a cabo las torturas e interrogatorios. Uno de los lugares más espeluznantes donde haya estado nunca.

Una de las celdas del edificio. Diseñada para sólo dos personas, en sus peores momentos llegó a albergar a cerca de cuarenta presos. Sólo se les permitía salir a hacer sus necesidades dos veces al día. Para el resto de horas, tenían a su disposición un mero cubo.

Otra de las celdas. Se puede apreciar a la izquierda la cantidad de grabados que hacían los propios presos. Más fotos en detalle a continuación.

Inscripciones de los presos. En este caso, una en español.

Caricatura de un dibujante que estuvo dos veces preso en este lugar.

Más inscripciones.

Bajada al búnker donde se daba rienda suelta al sadismo sin frenos.

Las celdas.

«You Gestapo, assholes».

Uno de las ventanas al exterior cerradas.

Bajada a las prisiones desde el nivel de calle.

Condecoración nazi original.

Bandera nazi.

Postales.

Fichas de apresados por la Gestapo. Las cruces indican que fueron asesinados en alguno de los campos de concentración a donde fueron enviados.

Diseño gráfico que representa la pirámide de poder del nazismo.

Una de las historias que más me impresionaron: en la foto un comerciante judío que fue galardonado durante sus servicios prestados en la I Guerra Mundial al cual los nazis boicotean su negocio. Este hombre creó unos folletos para sus conciudadanos (a la derecha) pero finalmente se vio obligado a abandonar el país, exiliándose primero en Inglaterra y posteriormente en Estados Unidos. Hacia el final de la guerra, se alistó en las filas aliadas para combatir el nazismo desde el frente.

Carteles del partido de centro, social-demócrata y comunista, respectivamente. El hecho de que éstos no pudieran hacer un frente común para luchar al incipiente nazismo, así como las luchas entre ellos, dejó vía libre para la ascensión al poder de Hitler.

Caricatura ridiculizando al judío.
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