1-. El Templo de Debod, en el Parque de la Montaña: éste es un lugar mítico e histórico de la ciudad, con el famoso templo de Debod y las vistas sobre la Casa de Campo y todo el sur de la ciudad.
Estas dos imágenes, tomadas allí este pasado enero, hablan por sí solas:
Atardecer en el Templo de Debod
A día de hoy (marzo de 2020) se está estudiando un plan para techar todo el Templo de Debod, así que corred porque quedan pocos meses para seguir disfrutándolo a la intemperie.
¿Por qué tenemos un templo egipcio en el centro de Madrid al aire libre?
Allá por finales de los años cincuenta del siglo XX Egipto pidió ayuda económica para construir la Presa de Asuán, estableciendo como recompensa la donación de cinco templos que, de no ser donados, se perderían para siempre. Cada uno de los templos se entregaría a los cinco países que más aportaran a la causa. De los pocos requisitos que solicitó la UNESCO es que dichos templos se mantuvieran en buen estado de conservación, pasando este requisito por tenerlos todos bajo techo para que así no sufriesen las inclemencias del tiempo.
Pues bien, de los cinco países que recibieron un templo en donación (a saber: Alemania, Italia, Estados Unidos, los Países Bajos y España), es el nuestro el único que, a día de hoy, sigue sufriendo las inclemencias metereológicas, derivando en un deterioro inevitable de su piedra caliza (la cual te aguanta muy bien en lugares secos, donde no hay apenas precipitaciones, pero no aquí, en la ciudad).
El Faro de Moncloa, una torre elevada de 110m de altura y muy denostada cuando se construyó allá por el ’92 (coincidiendo con el año que se denominó a Madrid «Capital Europea de la Cultura»), es ahora mismo uno de los puntos más elevados de la ciudad y desde donde, sin duda, puedes observar la ciudad en toda su plenitud. Desde allí verás el Palacio Real, las Cuatro Torres (que en breve serán cinco, jodiéndoles la denominación empresarial original, jajaja), la Torre Picasso, el famoso Pirulí y, a vuestros pies, el Arco de la Victoria:
El precio de la subida es de tan solo 3€ (lunes cerrado) y os aseguro que bien merecen la pena. El horario de cierre, durante todo el año, es a las 19.30h, así que si quieres disfrutar del atardecer sólo podrás hacerlo en invierno, cuando anochece sobre las 19.00h.
Para llegar, la mejor opción es que os bajéis en la parada de metro de Moncloa, y ya desde allí, a poco que miréis a vuestro alrededor, lo veréis.
¿El atardecer? Pues algo parecido a esto:
Si tras la visita os entra el hambre, os recomiendo el Kebab House, del cual hablo en esta otra página.
Y si queréis un poco de cultura antes de subir, a sus pies tenéis el Museo de América.
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