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El museo al aire libre Godwell se encuentra ubicado en las cercanías del pueblo fantasma de Rhyolite. Nos lo encontramos de casualidad cuando dejábamos a nuestras espaldas la pequeña población de Beatty, en Nevada, camino del Death Valley.

Museo al aire libre Goldwell

Si un pueblo fantasma ya de por sí es algo en parte espeluznante, el museo al aire libre de Godwell no hace más que cimentar esta sensación. Las esculturas que verás por allí lo reflejan claramente.

El museo se constituyó en el año 2000, tras el fallecimiento del artista polaco Albert Szukalski, quien fue el pionero en instalar esculturas cerca de la antigua estación de ferrocarril del extinto pueblo, y creador de esta inquietante escultura (que, a la postre, fue la génesis de este museo) llamada «La Última Cena»:

Museo al aire libre Goldwell

La Última Cena, por Albert Szukalski

Desde el año 2000 al 2007, otros artistas belgas, como Hugo Heyrman o Fred Bervoets, fueron añadiendo esculturas a este peculiar museo. Obra de Hugo Heyrman es esta escultura, de corte moderno, más inocente y con claras reminiscencias a los píxeles:

Museo al aire libre Goldwell

Lady Desert, The Venus of Nevada – Hugo Heyrman

Y aunque ahora, al verla, nos recuerde poderosamente al infame presidente estadounidense, fijaos bien: es la escultura de una mujer.

Pero si los ejemplos anteriores no fueran suficientes para demostrar lo extraño de las piezas allí expuestas, mirad esta obra, de nombre Ícara, obra del artista holandés Dree Peters:

Museo al aire libre Goldwell

Ícara, Dree Peters – Museo Goldwell, Nevada (Estados Unidos)

Y el cielo, aún habiendo pasado la imagen por Photoshop para conseguir una de las tomas de las que más orgulloso me siento, no creáis que está tan retocado. A pocos km’s de nosotros estaba cayendo una chupa de agua inmensa. Increíble pensar que detrás de esa cortina de agua se encontraba uno de los lugares más secos del planeta.

Despido esta pequeña entrada de la web con una imagen algo más placentera, más colorida, que en cierta manera invita a la reflexión y al sosiego. Coño, es un sofá, qué va a transmitir pensaréis, sagaces lectores:

Museo al aire libre Goldwell

Sit Here! de Sofie Siegmann

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