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Este 2019 ha sido el segundo año consecutivo que pasamos unos días por Soria, y este último viaje lo hemos aprovechado para conocer un poco mejor parte de la provincia. La excusa ha sido, de nuevo, el fantástico festival gratuito Enclave de Agua (música afroamericana en sus múltiples variantes).
La ruta en moto por Guadalajara y Soria la disfruté de cojones, hablando en plata. Más tarde se unirían Gloria y dos amigos, éstos viniendo en coche. Algunas de las carreteras que conectan diversos pueblos (por ejemplo, entre Atienza y El Burgo de Osma), no son las mejores. Un asfaltado ciertamente en mal estado os acompañará en una (pequeña parte) de este viaje.
Antes de entrar en faena, ¿queréis leer un poco sobre mi moto?
Directo a...
Esquema de la ruta
La ruta parte desde Madrid, y cruzará la provincia de Guadalajara (con puntos que resaltaré más adelante) hasta llegar a Soria. Sería algo como esto (pinchad en la imagen para modificar a vuestro gusto la ruta):
Si disponéis de más días y queréis ampliar la ruta, os recomiendo esta otra ruta que hice:
Datos técnicos
- Km’s recorridos i/v desde Madrid: aproximadamente 600km’s;
- Noches necesarias: mínimo una, aunque recomiendo dos para disfrutar con calma;
- Tipo de paisajes: llanuras castellanas, algo de baja montaña y muchos pueblos y ciudades encantadores;
- Tipos de carretera: autopistas, nacionales en buen estado y comarcales reviradas;
- ¿Ropa de abrigo?: si la vas a realizar en verano, prepárate porque te puedes torrar.
Puntos clave del viaje
Paso a enumeraros muchos de los puntos de interés con los que os toparéis eligiendo una ruta similar a la mía(enlaces a wikipedia para ampliar información):
- Hita con su preciosa plaza (Guadalajara)
- Jadraque y el castillo del Cid (Guadalajara)
- Cogolludo y el palacio de los Duques de Medinaceli (Guadalajara)
- Atienza, elevada sobre tierras castellanas (Guadalajara)
- Fortaleza califal de Gormaz (Soria)
- Ermita románica de Gormaz (Soria)
- La bellísima catedral del Burgo de Osma (Soria)
- Ermita templaria en el corazón del Cañón del Río Lobos (Soria)
- Las sobrecogedoras vistas del propio Cañón, y los buitres volando a la altura de tus ojos (Soria)
- Calatañazor y su castillo, un bellísimo pueblo castellano (Soria)
- El arco romano de Medinaceli y sus lindas calles (Soria)
Visto un poco por encima el recorrido, vamos a detallar qué hacer en un par de días.
Día 1. Hita, Jadraque, Atienza, Gormaz y Cañón del Río Lobos.
Si sales a las 9.00h de la mañana de Madrid capital, a las 10.00h puedes estar perfectamente en Hita. Pueblo medieval famoso, sobre todo, por el conocido Arcipreste de Hita y su Libro del Buen Amor. Nacido en Alcalá de Henares en 1283, ejerció en este primer pueblo de la ruta como arcipreste (cargo eclesiástico menor cuyo principal cometido era velar por el buen hacer de un conjunto de parroquias vecinas, conocido esto como arciprestazgo).
Simulación del calabozo donde pasó parte de sus años el mencionado Arcipreste de Hita:
Típico soportal castellano medieval, en Hita, Guadalajara:
Dejando atrás este pueblo, a poco menos de 25 km’s siguiendo por la bien asfaltada CM-1003, nos encontraremos con Jadraque, el siguiente punto de la ruta.
Jadraque es conocido por su famoso Castillo del Cid, subido a una inexpugnable loma. De pequeño, cuando pasaba por ahí, me impresionaba pensar cómo de difícil debía ser asediar ese castillo. Para un pequeño de doce años, una tarea harto improbable, desde luego.
Desde Jadraque podéis o bien volver hacia Cogolludo y visitar su Palacio de los Duques de Medinaceli, o bien acortar y tirar hasta Atienza. Allí es obligatoria una parada en su bonita plaza y también visitar el castillo roquero de Atienza (se llama así a los castillos que se construyeron sobre rocas de gran tamaño). Como muchas de estas fortificaciones, fueron originalmente construcciones musulmanas que, tras la Reconquista, pasaron a manos cristianas.
Desde Atienza toca coger una de las peores carreteras del viaje, la CM-1005, que te llevará Miedes de Atienza, el último pueblo en esta jornada perteneciente a Guadalajara. Desde él subirás un pequeño puerto y te encontrarás ya en tierras sorianas.
Poco menos de cuarenta km’s os separan de una de las fortalezas más impresionantes que yo haya visto nunca: el Castillo de Gormaz. Construido a mediados del Siglo IX, pasó a manos cristianas en el año 912 y volvió a ser conquistada por los musulmanes pocos años después (Arturo Pérez-Reverte cuenta muy bien en su novela Sidi lo permeable y elástico de las fronteras en aquella época).
De cerca de 500m de largo y con 28 torres, en su época fue el castillo más grande de toda Europa. Monumento nacional desde 1931 y con unas bellísimas y aún claramente apreciables puertas árabes y sus arcos de herradura, creo que muy bien merecen una pequeña salida de la carretera.
A sus pies, por si aquello fuera poco, tenemos una de las iglesias del Románico mejor conservadas de Europa: la humilde, y bellamente decorada, Ermita de San Miguel. Desde luego, cuánto tenemos en España por descubrir.
Desde aquí tenéis unos breves quince km’s hasta llegar a la bellísima catedral del Burgo de Osma. Otro lugar que bien merece una parada técnica para flipar con lo que tenemos por nuestra querida piel del toro.
Aunque Soria lo tenéis a tiro de piedra desde el Burgo de Osma, os recomiendo alargar un poco más la ruta, y llegar a uno de los parajes más bellos del viaje: el Cañón del Río Lobo, a pocos km’s del pueblo. Tras una pendiente llena de curvas, llegaréis a un mirador espectacular, con los buitres a la altura de vuestros ojos.
Antes de subir deberíais acercaros a la Ermita templaria (aunque esto os llevará cerca de una hora, ya que tenéis que aparcar la moto en el parking, que se encuentra un tanto alejado). Pero os aseguro que merece la pena.
Haciendo esta ruta, llegaréis a Soria quizá a media tarde… perfecto para daros una ducha y salir a tomar las tan ansiadas y merecidas cervezas y los famosos torreznos… crean tal película de grasa en el estómago que es imposible emborracharse. Testado en primera persona.
Y… ¿queréis dormir barato y cerquísima del centro? Los dos años que he hecho esta ruta me he alojado en el Hostal & Spa Soria. Y como las dos veces que he estado me han tratado estupendamente bien, no puedo dejar de recomendarlo. Por cierto, desayuno incluido y, por un módico suplemento, parking para motos en las cercanías.
Día 2: Soria, Calatañazor, Medinaceli, Sigüenza y Brihuega.
Permitidme que suelte el tópico ya, que me quema: Soria tiene mucho que ofrecer al visitante.
¿Qué ver, por tanto, en Soria? Pues un montón de cosas, la verdad. Para no extender esto hasta el infinito, os enumero unas pocas cosas que no deberíais perderos y que las veréis en no mucho tiempo:
- Ermita de San Saturio
- Iglesia de Santo Domingo
- Monasterio de San Juan de Duero
- Enclave natural del Duero
- Casco antiguo de Soria
Venga, ya hemos visto lo guapo que es Soria y nos hemos prometido volver, así que ahora toca hacer el petate y tirar millas.
Calatañazor es una pequeñísima población que puede guardar alguna similitud con Hita, aunque ésta que nos ocupa es mucho más bonita… tanto su enclave natural, como sus callejuelas y sus soportales. Si afináis la vista, desde las ruinas del castillo podréis observar numerosos buitres descansando en las laderas de las colinas que circundan la ciudad. Y ojo a estas chimeneas circulares, que a mí al menos me llamaron poderosamente la atención:
De Soria a Medinaceli hay unos 80km’s. Yo los hice por la A-15 hasta Almazán, y de ahí ya por comarcales que, aunque no tienen muchas curvas (estamos en Castilla, señores), son bastante más agradables.
De Medinaceli cabe destacar que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. Situado el pueblo antiguo sobre una colina, es impresionante el Arco Romano, el único en la península de tres vanos. Las calles empedradas, la Puerta Árabe, o los neveros harán que os haya merecido la pena llegar hasta allí. Seguro.
Y esto se va acabando señores: aunque aún estamos lejos de la capital (permitidme que hable de Madrid como punto de llegada, que al fin y al cabo es de donde soy), nos queda por ver Sigüenza y, desviándonos de la ruta original, por si queremos completar el día, Brihuega, famosa por sus campos de lavanda.
Sigüenza es otra pequeña joya castellana, creo yo que bastante más conocida que otras que he tratado en esta página. Desde luego merece la pena pasar y visitar tanto su Catedral como su Parador Nacional, ubicado éste en un castillo sobre una loma que corona la población.
Y por último, Brihuega… esta población (perdonénme si me leen desde allí) no tiene mucho encanto… o al menos yo no lo ví: sí tiene mucha gracia sus amplísimos campos de lavanda, que han sido (bien) explotados, con organización de noches con cena y espectáculo (en algún ocasión ha tocado allí el mismo DIego el Cigala, así que es de suponer que ni es barato, ni hay facilidad para conseguir las entradas).
Creo haberme extendido lo suficiente como para que tengáis toda la info necesaria en esta misma página. Me he dejado otras localizaciones que otros tomarán por imprescindibles… bien por no haberlas realizado, o bien por no estar en mi plan original. Hablo, por ejemplo, de : Numancia (¿os suena la defensa numantina?) o la Laguna Negra de Soria.
Si os ha gustado, por favor: compartid esto con vuestros colegas, y comentadlo aquí abajo. Os aseguro que lleva curro… ¡demostradme que merece la pena!
Y sobre todo… cuidado en la carretera. Disfrutadla y respetadla.
2 comentarios
Charlie · 26 febrero, 2023 a las 2:51 pm
Muy buenas ideas me has dado para hacer una ruta similar en breve. Felicidades por tu blog
admin · 26 febrero, 2023 a las 4:47 pm
Pues oye, me alegro un montón que le hayas sacado jugo a la ruta. Si encuentras alguna carretera digna de reseñar, coméntamelo a la vuelta y lo añado (citándote como “descubridor”, por supuesto). ¡Buena ruta!