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Directo a...
De la Fundación Tony Manero (1996 hasta la actualidad), como de los cerdos, me gusta hasta el andar. No deja de sorprenderme que sean una de mis bandas favoritas (yo, que una buena parte de la música que escucho es viejuna). Pero resulta que con ellos me he emocionado, me he sonrojado, he saltado y bailado, los he gritado conduciendo en el coche, y en definitiva… he crecido con ellos.
Recuerdo, por ejemplo, aquel viaje de 2003 a Barcelona para ver a los Rolling Stones (del cual jamás osaría dejar nada por escrito), cuando pinché a mis colegas el Tropical Funky President para posteriormente preguntarles, a modo de acertijo: «¿quién pensáis que pueden ser estos?«, anticipando su sorpresa al descubrirles que no era ningún guiri, tan siquiera un clásico; que eso se hacía aquí y que era aquella banda que habían colado una canción (Super Sexy Girl) en un anuncio de coches (y que, ahora en 2020, me apena ver que sólo tiene unas doscientas mil escuchas en Spotify, cuando merecería tener quince veces más):
Breve repaso a su discografía
Antes del album donde aparecía esa canción (Looking For La Fiesta, 2000), junto con el auténtico pepino Can’t Nobody Love Me Like You Do (para mí uno de los mejores temas de su extensa discografía) ya habían publicado el famoso y ahora buscado:
«Bikini 17 y 18 de marzo’99«: un disco que cuenta con un maravilloso diseño setentoso, la antológica introducción «todos los discoadictos del planeta: sois enfermos, no delincuentes» y grandes versiones de clásicos (por su minutaje circulan temones de Chic o de Curtis Mayfield, por poner un par de ejemplos). Un disco, éste del 1999, resultado de las sesiones que durante seis meses estuvo haciendo la banda en la ya desaparecida Sala Bikini de Barcelona.
Posteriormente nos regalarían el malogrado Pandilleros (2009), su obra más ambiciosa y, cómo no, peor tratada por la crítica: un disco conceptual enormemente poderoso que emulaba a las bandas sonoras del cine Blaxploitation y que contaba la vida de unos muchachos de principios de los ochenta en el extrarradio de la Ciudad Condal. Aquí hay auténticas joyas del funk patrio como la balada Linda Lula o Cucamonga.
Lamentablemente, muchos de nosotros sabemos cuál es el más practicado deporte nacional.
Tras unos años de inactividad (en los que personalmente los dí ya por perdidos) volvieron para mi sorpresa y jolgorio con Superficial (2014), Lugares Comunes (2018… atentos al portadón que se marcaron y, por primera vez, un disco completo de la banda sin sección de vientos, buscando de forma deliberada un ambiente más recogido, más crudo y… qué buen gusto abriendo un disco con frases tan duras como «Fue un año raro, de esos en los que cuesta ser feliz«); esto, junto con joyas ocultas como discos de remixes, su Very Important Person y algún directo aparte, llegan en este año tan surrealista con:
Disco para Adultos
Disco Para Adultos (Buenritmo 2020). Decía al comienzo del post que yo había crecido con ellos. Pero qué cojones, a ver si es que ellos no lo han hecho: las letras ya hablan abiertamente de terrenos sólo transitados por los adultos: hijos, la sensación de incomodidad en las nuevas redes sociales, el (puto) paso del tiempo, y todo lo que, de vez en cuando, hace chocar contra la realidad.
Siguen, y eso es marca de la casa, con esa mezcla tan deliciosa de letras vanidosas (por ejemplo: Femme Fatale, con un descarnado, hilarante y bellamente facturado videoclip) y reflexiones en las que es imposible no sentirse reflejado (Muñeco Análogico o Break Romántico).
El disco sigue la estela de los anteriores: sonidos más abiertamente ochentosos, bases rítmicas impecables, con mucho bajo potente, mucho sinte, vientos apabullantes; guitarras afiladitas Made in Albacete, y las deliciosas voces de Miguelito Superstar y Paquito Sex Machine.
Ah, en esta ocasión (y no es habitual en la discografía) colaboran Joel Sarakula (un australiano afincado en Londres con unos discos de soul-funk muy recomendables, y que hizo uso del batería + guitarra de la F.T.M. para su última gira por España), José Luis Pardo (no, el guitarrista argentino de Blues afincado en Madrid no, si no uno de los componentes de Los Amigos Invisibles y un afamado productor) y Cimafunk.
Así que mientras espero pacientemente a que llegue mi flamante vinilo de color blanco de este album, brindaré porque todo esto del coronavirus pase lo antes posible.
Porque… «Barry de banda sonora mientras llenamos las copas«.
Adiós, y gracias, Fundación Tony Manero
Este año de 2020 se ha empeñado en ser el peor año del nuevo milenio. Hoy, 7 de octubre, me entero a través de Efe Eme de que la Fundación edita nuevo vídeo y anuncia que en 2021 realizarán una gira de despedida, haciéndola coincidir con el 25 aniversario de la banda. Joder, qué asco.
Vamos con el vídeo:
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